Preparar la tartera para la oficina o para ir al campo puede ser todo un reto para la creatividad así que aquí te proponemos 5 recetas de comida para llevar con las que triunfar.
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Ahora que empieza el buen tiempo es momento de salir a la calle con el tupper y disfrutar de una cocina real, natural y cercana en cualquier parte. Comer de verdad, saludable y completo, no está reñido con no comer en casa pero sí que requiere de un poco de creatividad y de preparación previa. Hacer una buena selección de productos a la hora de hacer la compra será absolutamente clave.
Algo muy importante que se debe tener en cuenta cuando se cocina algo que no se comerá en el momento es su tiempo de longevidad. Es decir, cuánto aguanta en la tartera en condiciones óptimas. Y también habrá que tener en cuenta el tiempo que pasará el envase fuera de la cadena de frío. No es lo mismo un táper que sale de la nevera de casa, está 20 minutos en el metro y acaba en la nevera de la oficina hasta ser consumido que una tartera que sale de casa y no volverá a pasar por la nevera y que estará expuesta a altas temperaturas (un día de campo con calor o en la playa). Por ejemplo, no es recomendable llevar cosas crudas en la tartera, ya que se estropean con facilidad. Las cosas con huevo no son muy aconsejables si va a hacer mucho calor y tampoco sería oportuno llevar queso o pescados o mariscos.
Luego, también habrá que pensar en si podremos calentar esa tartera o se va a comer “del tiempo” y en las texturas de los alimentos. Todos los fritos, por ejemplo, quedan bastante mal si no se comen al momento de su ejecución ya que suelen quedar babosos y aceitosos y perder ese crujiente que los caracteriza. Habrá cosas que, frías, se puedan comer perfectamente como las ensaladas, las quiches, los sándwiches o incluso algunos salteados que se pueden comer perfectamente fríos como si fueran ensaladas. Otras como los guisos de carne deberían siempre contar con un ligero calentamiento aunque sea.
La siguiente selección de recetas Joselito son perfectas para llevar en la tartera cualquier día y lo siempre recomendable será empezar esa comida con algún embutido loncheado como chorizo o lomo Joselito o directamente con un poco del mejor jamón del mundo. Unos picos al lado o incluso unas rodajas de melón - sí, aquí defendemos el melón con jamón - serán un primer plato de altura.
Después, es siempre genial la archiconocida quiche, que en su versión más tradicional se hace con bacón y queso pero que llevada al universo Joselito gana enteros. La quiche de salchichón y puerros hace triunfar a cualquiera que la prepara y puede cambiar sus ingredientes por cualquier otra chacina que se desee. Se prepara el día anterior, se deja enfriar bien antes de desmoldar y luego se coloca en la tartera la porción que se desee; más o menos gruesa al gusto de cada uno. Un poco de ensalada al lado será el mejor acompañamiento.
Por supuesto, otra gran compañera del táper será la ensalada de brócoli y jamón Joselito con la verdura en crudo triturada como si fuera un cuscús, aliñada con un generoso chorrito de vinagre y también con algo de mostaza. Tiene mordida, aguanta fenomenal el viaje y el calor y el toque final del jamón es maravilloso. Además, el brócoli podría sustituirse por lombarda, repollo o zanahoria o incluso hacer una mezcla de todos ellos.
Otro compañero de viaje que funciona siempre muy bien es el hummus con polvo de jamón Joselito, una suerte de sal de jamón 100% natural que le da un golpe mágico a esa crema de garbanzos de medio Oriente. Cerca del hummus, siempre unas crudités de verdura como apio o zanahoria aunque no le va nada mal algún pan crujiente a modo de tosta. El hummus se podría hacer también de lentejas o de alubias que funcionan de maravilla en crema.
Viajan también muy bien las verduras rellenas como el calabacín relleno de presa Joselito que, aunque esté gratinado, habrá muchos que lo disfruten frío sin necesidad de volver a calentarlo. A esa suerte de boloñesa del relleno se le pueden agregar muchos condimentos según lo que se tenga por casa o lo que se desee, utilizar las especias siempre es un gran juego a la hora de innovar con las recetas.
Por último, se pueden transportar airosamente los salteados de arroz en los que el grano está suelto (no los arroces melosos, por ejemplo) como el salteado de arroz con lomo Joselito y melocotón. Condimentado con salsa de soja, ajo y jengibre, una vez frío se puede disfrutar tanto como si fuera una ensalada con toque asiático o peruano pero también calentarlo y que recupere todo su ser.
Estos son sólo algunos ejemplos, pero la realidad es que fuera de casa se puede disfrutar de una cocina saludable, 100% natural y deliciosa sólo explorando nuevas recetas. ¿Te atreves?
