Consigue dar a tus platos un toque mágico con el polvo de jamón Joselito que te enseñamos a preparar.
El hummus es, sin duda, uno de los aperitivos más famosos de todo el mundo. Es fácil de preparar, nutritivo, saludable y nos permite un sinfín de modalidades y añadidos para darle un toque muy especial. Como se puede imaginar, no existe sólo un tipo de hummus sino que en Oriente Medio hay muchísimas variedades que suelen aparecer acompañadas de un buen pan de pita para ir mojando: surge así el hummus con tomate, el que se toma templado, el hummus con za’atar, el hummus con berenjena… Al final, hablamos de un puré de garbanzos condimentado con tahina (pasta de sésamo), limón, ajo, sal y aceite de oliva virgen extra.
La primera diferencia puede llegar en función de la tahina que se emplee, pues puede ser de sésamo blanco o sésamo tostado; también hay quien le agrega yogur, están los que incorporan pimienta e incluso optan por el pimentón o por el comino. Como acompañamiento, se han puesto de moda las crudités vegetales como la zanahoria, el apio y los rabanitos pero el hummus podría ser perfectamente la base para cualquier ensalada. Aunque el original es de garbanzos - pese que no se sabe exactamente su lugar de procedencia, probablemente sea de todos los países que se atribuyen su autoría y también de ninguno de ellos - también podríamos hacer la receta de la misma manera con cualquier tipo de legumbre cocida. Cada una le dará una personalidad especial. Sí que es importante que el hummus esté sabroso y cremoso, más o menos aterciopelado según los gustos de cada uno, y que incorpore un buen aceite de oliva virgen extra. El mejor momento para consumirlo será recién hecho y si todavía contase con algo de calor de los garbanzos recién cocidos el plus será indudable y el resultado cremoso también.
Cómo dar un toque especial a tus platos con polvo de jamón Joselito
A partir de ese hummus básico, ahora la gracia llega con el topping que en Joselito le añadimos: polvo de jamón Joselito que se convierte casi en una sal llena de muchísimo sabor y umami. Obviamente, esta “sal de jamón” no sólo nos servirá para condimentar el hummus de la receta que hoy nos tiene aquí reunidos sino que será fantástico pra darle un toque a tus ensaladas, para terminar ciertos canapés, para ponérsela encima a los huevos fritos, para coronar verduras o para terminar una tortilla de patata.
Se me ocurre como opción facilísima terminar unos ravioli de calabaza salteados con mantequilla y el polvo de jamón o darle un gusto increíble a cualquier crema de verduras, tanto fría como caliente: una crema de lentejas, una crema de calabacín, una sopa de melón o un salmorejo.
Su elaboración es tan sencilla como cortar pequeños los taquitos de jamón, triturándolos, y ponerlos en el microondas entre dos papeles absorbentes. En dos mintuos a máxima potencia estará más que perfecto para luego terminarlo otra vez con la trituradora o con el mismo cuchillo. El tiempo del microondas siempre dependerá de la potencia del vuestro y de la cantidad de jamón que estéis haciendo. Lo bueno es que podéis hacer una buena tanda de golpe porque se conserva perfectamente y lo usaréis muy rápido. Si no tenéis microondas, lo podéis hacer en el horno de la misma manera a 180 ºC pero tardará un poco más, lo mejor es ir comprobándolo minuto a minuto. Por supuesto, una vez hecho polvo de jamón Joselito podréis hacer polvo de chorizo, polvo de salchichón, polvo de lomo…. ¡el mundo es vuestro!
Para el polvo de jamón: