Las gastronomías italiana y española realizan la simbiosis perfecta con un producto muy típico y tan de “signore” como la caponata, y con la mejor materia prima del mundo en cuanto a cerdo ibérico se refiere: la carne fresca de Joselito (ahora disponible todo el año).
¿Qué ocurre si juntamos dos de los platos más populares de las cocinas española e italiana? Sólo con estas dos denominaciones de origen, el acierto es seguro. Dos de las gastronomías más famosas del mundo combinadas de forma magistral en un único plato que volverá a todos locos.
Es cierto que puede considerarse un plato típicamente italiano ya que en el país de la bota también hay albóndigas, pero, al mismo tiempo, es un plato tan nuestro. Tan de nuestras casas y abuelas que se calzaban el delantal desde primera hora de la mañana para deleitar a todos sus comensales (que además solían ser muchos).
Un guisote de albóndigas, sea como sea y de donde sea, es una de las cosas más maravillosas del mundo mundial. Y además, que la gastronomía mediterránea es lo que es, un sin fin de posibilidades y de recetas basadas en producto y entorno; una manera de alimentarse muy nutritiva y, al fin y al cabo, si se come rico, sano y variado, se disfruta y se es más feliz.
Joselito, con su carne happy pig, libre de conservantes y colorantes, y con ingredientes cien por cien naturales, es siempre un compañero de viaje maravilloso. Además con las nuevas técnicas de conservación de la carne de montanera, se nos permite disfrutar de esta suculenta carne fresca durante cualquier mes del año.
A todo el mundo nos encanta descubrir nuevas recetas de platos y guarniciones, sobre todo, si se trata de clásicos regionales como la mundialmente versionada caponata siciliana.
Para que nos entendamos, es una especie de pisto manchego, con la salvedad fundamental de que el ingrediente principal e indiscutible es la berenjena, el vinagre (en forma líquida o de alcaparras) y, en algunas partes de Italia, las anchoas. Si a este plato tan mediterráneo se le añaden unas buenas albóndigas de secreto Joselito, no hay nada que pueda fallar.
El secreto es la pieza grande y aplanada, en forma de abanico, que durante el faenado de la canal queda adherida a la panceta. También es conocida como cruceta de ibérico. De alto contenido graso, con gran veta, es una de las partes más jugosas y nobles del cerdo. La alimentación de bellota en la Dehesa le da su sabor y apariencia característico. La clave, picar la carne a cuchillo finita como si de un steak tartar se tratase y bolearlas a mano como se hacía antaño.