Solo tres ingredientes son necesarios para hacer un aperitivo perfecto inspirado en un mítico ya de nuestro país, pero con el toque ideal de la panceta Joselito.
Hay ciertos platos icónicos en nuestra gastronomía y estos bocados de yema de huevo son uno de ellos. Se hicieron famosos como pintxo y hemos querido recrearlos con el inigualable toque de Joselito. En realidad podrían ser solo yema y patata, o también agregar otros acompañantes como cebolla, jamón, salmón o una duxelle de setas como la del lomo wellington. Estos bocados de yema nos permiten cualquier modificación. Pero el aporte de Joselito es clave para conseguir todas esas notas de umami, de elegancia y de potencia en el paladar que dejarán huella en nuestra memoria.
Este es un aperitivo “de bocado” y por eso lo hemos llamado así. No se puede partir en mordiscos ni compartir porque la yema nos pringaría enteros; es para meterlo en la boca y disfrutar del crujiente de la patata, de la explosión de cremosidad de la yema y del sabor inigualable de la panceta de Joselito.
Algo muy positivo es que podréis guardar en la nevera vuestros bocados de yema, pendientes de ser fritos justo en el momento de consumo porque tienen que ser así para que sean crujientes de verdad. La clave son las láminas de patata, que saben a ésta y quedan súper crujientes, aunque si no tenéis a mano también los podréis hacer con pasta filo y quedan muy bien o con obleas de arroz como las de los rollitos. Habrá que ser minuciosos a la hora de hacer el doblado de los bocados, para que no sobre mucha lámina de patata y queden bien cerrados.
Lo de curar la yema es para que sea más manejable, pero si os sentís valientes podéis hacerlo sin curarla. Además, si congeláis luego los bocados lograréis una textura más untuosa de la yema y no tan líquida que podría ser altamente interesante como véis en la foto. Desde luego, si buscáis aperitivos son muchas las opciones para triunfar y junto con estos bocados de yema y panceta Joselito podéis preparar una royale de foie gras y coppa Joselito, una ensaladilla rusa con lomo Joselito, baba ganoush con zanahorias asadas y chorizo, croquetas de chorizo o un brioche de papada y ventresca con tomate.