Los frutos secos y la carne fresca Joselito son grandes aliados. Esta propuesta es perfecta como plato principal de Navidad.
A la hora de elegir un menú navideño, son muchos detalles los que tener en cuenta. Principalmente hay que pensar en que sea algo fácil de acometer y para bastantes personas, que no suponga mucho trabajo inmediato en la cocina para, así, disfrutar del tiempo en familia. Para ello, un gran amigo siempre es el horno, del cual podrán salir asados como un Roast Pork de Lomo Joselito o un Lomo Wellington sin demasiado esfuerzo pero también se podrá confitar carne como es el caso de este secreto que se plantea en la receta de hoy.
El secreto confitado se puede hacer tanto en una sartén como en una bandeja grande y en el horno si son muchos los comensales que hay que considerar. Por otro lado, la crema de pistacho se dejaría hecha con antelación e incluso se podría poner en la mesa un cuenco con la crema de pistacho y una fuente con el secreto confitado para que cada uno se sirva como quiera.
Para empezar, por supuesto, unos platos con Jamón Joselito recién cortado y también chacinas al gusto de cada uno. Una ensalada verde de escarola y granada para refrescar, y la opción de algunos platos ligeros como las navajas en escabeche con jamón o un poco de ensaladilla rusa Joselito.
Cómo confitar secreto Joselito
El secreto es una de las partes más grasas del cerdo, es un corte fino y tremendamente veteado perfecto para cocinarlo bien y que quede jugosísimo en su interior gracias a toda esta grasa. Por ello, es perfecto para ser preparado con esta técnica de confitado. Se podría hacer también a baja temperatura envasado al vacío. El truco está en aromatizar ligeramente el aceite donde se vaya a cocinar y mantenerlo siempre a una temperatura suave que no arrebate la carne, un ligero burbujeo será más que suficiente. y no se necesitará mucho tiempo para que quede perfecta, tan sólo unos 10-15 minutos.
Es importante, eso sí, una vez confitado el secreto secarlo ligeramente con un papel antes de ponerlo en el plato para no arrastrar una cantidad excesiva de grasa.
A su lado, la crema de pistacho le aporta cremosidad y todos los matices de ese fruto seco que nos lleva al campo y a la tierra, pero con un toque dulce que se impulsa aún más gracias a la miel. Una crema muy versátil que se podría preparar también con cualquier fruto seco, cambiando la crema de pistacho por crema de anacardos, crema de avellana o crema de nuez. Por encima, le va fenomenal un poco de ralladura del mismo pistacho o de nueces de macadamia y terminar con unas bolitas de pimienta fermentada de Kampot, unas bolitas saladas que se mascan enteras aportando un destello en el bocado que limpia de maravilla.
Para la crema de pistacho: