El lomo es conocido por ser el corte más tierno y versátil del cerdo en estado fresco. Una de las partes más nobles que apenas necesitan de guarnición, pues aquí, lo importante de verdad, es la carne fresca de la cabaña de cerdos Joselito; la mejor del mundo.
El lomo Joselito, ahora en plena temporada, es uno de los bocados más selectos y apreciados de la cabaña de cerdos Joselito (ahora, por cierto, estarán correteando a lo ancho y largo de la dehesa en busca y captura de la codiciada bellota).
Se trata de una pieza muy noble e interesante debido a que, entre otras cosas, se sitúa por encima de las costillas rodeada de una capa de tocino, lo que le aporta esa ternura tan suculenta. Y el placer es doble, porque cada cerdo tiene dos, situados a uno y otro lado de la espina dorsal.
Esa capita de tocino que se retira no se tira para nada. Es lo que se denomina pluma y punta de lomo, otra parte muy valorada que nos aportará muchísimo juego en diferentes preparaciones.
El lomo está bueno de cualquier manera: a la plancha, a baja temperatura, curado o, una de las mejores formas, asado estilo roast pork. Gracias a su versatilidad, se puede preparar de muchas formas distintas mostrando todo su sabor, pero si se tiene la posibilidad de cocinarlo a la brasa, el resultado será inmejorable.
Dado que lo normal es que no podamos disponer de unas buenas brasas (a no ser que tengamos envidia de los cerdos y queramos irnos a pasar unos buenos días al campo en amor y compañía), la plancha o asado, al estilo de los grandes asadores texanos, es la mejor opción para conservar todo su potencial.
El plato de hoy, de espíritu viajero, es apto para todo cocinillas y persona de intrépido sabor. En realidad, inspirada en recetas callejeras asiáticas, no puede ser más fácil y con resultado más ganador.
Una receta sencilla, que se basa en un acompañamiento discreto de la pieza, ya que lo destacado del plato será la jugosidad de la carne que se habrá hecho muy lentamente en sus propios jugos.
El truco consiste en dejar el solomillo en su punto, pues si la carne es de gran calidad, a veces solo hay que dar con el acompañamiento perfecto y dejar que sea la protagonista absoluta del plato.
Para 4 personas:
Para la salsa: