No es que lo digamos nosotros, sino que su autor es nuestro querido Marcelino, conocido como “Gastrorgásmico” que nos ha regalado una receta de tortilla de patata con chorizo que levanta pasiones.
Todos tenemos en nuestra memoria una tortilla de patata a la que guardamos especial cariño. Ya sea la de nuestra madre, la de nuestra tía, la de nuestra abuela o la del bar de referencia. Además, cuando hablamos de tortillas de patata, los gustos son de lo más dispares y aunque hay una fiel aceptación a las tortillas con cebolla y poco cuajadas también existen a los que les gustan más hechas o sin cebolla. Para gustos, los sabores.
Pero nosotros nos quedamos con la versión de Marcelino, el gran “Gastrorgásmico” que se ha hecho famoso en la red por su perfeccionamiento de la tortilla de patata y por posicionar al pincho entre los bocados más gourmet. Con él hemos visto que la calidad tortillera a lo largo y ancho de la península va mejorando. No hay nada mejor para la gastronomía que algo se ponga de moda y que alguna receta en concreto triunfe. Lo hemos visto en las croquetas o en las tartas de queso, ¿verdad?
Hablando con Marcelino y viendo sus vídeos con detenimiento, hemos podido averiguar ciertos trucos que es importante remarcar. Por supuesto, hay que hablar de la calidad de la patata que debe no ser harinosa, pero sí ser de tipo para freír. En cuanto a la cebolla, siempre con ella, y agregada al principio y con la fritura de la patata para que se hagan a la vez ambas; lo ideal sería utilizar una cebolla joven que no pique mucho o una cebolleta, que nos dé un carácter un poco más dulce que irá a la perfección con la potencia de sabor del chorizo Joselito. El chorizo se debe pelar bien, como siempre, y luego lo cortaremos en taquitos pequeños y se agregará a la mezcla de huevos y yemas aportando todo el toque de pimentón y especias con el que se elabora. Pero primero la fritura de la patata y la cebolla, con abundante aceite y un poco de sal, en una sartén grande y a fuego medio para empezar. El secreto llega cuando la patata empieza a estar tierna y a romperse, hay que ayudar a que se rompa y hay que subir el fuego, quitando aceite poco a poco para que al final se quede la mezcla casi sin aceite y la patata y la cebolla se doren bien. Es importante ese dorado, pero con cuidado de no quemarlos. Es importante también quitar casi todo el aceite para que luego no haya exceso en la mezcla.
Por otro lado, hay que mezclar las yemas con los huevos enteros, no batiendo en exceso, y dejar la mezcla con el chorizo Joselito picado dentro y con las patatas y la cebolla al menos unos 15 minutos. La patata irá absorbiendo el jugo del huevo hasta dejar una mezcla untuosa, nada líquida. Y ese será el momento de poner a punto de sal el conjunto y de cuajar la tortilla en una sartén antiadherente con un poco de aceite. La sartén siempre bien caliente y la tortilla apenas 30 segundos por cada lado. La magia está hecha. Por supuesto, esta receta también la podríamos hacer con lomo Joselito como vimos la tortilla vaga con lomo Joselito, o también con papada como la tortilla de puerros, bacalao y papada Joselito, o con jamón como la frittata italiana con brie, jamón Joselito y espárragos.