Entramos en el mes de mayo por todo lo alto. El buen tiempo y el progresivo desconfinamiento, nos hacen ser más positivos y, a su vez, soñar con nuevos reencuentros en los que poder charlar, reír, disfrutar, comer y beber en infinitas sobremesas.
El buen tiempo nos hace soñar con poder pasar un día en la dehesa. Disfrutar de la naturaleza y plantear un almuerzo campestre teniendo muy presentes los productos Joselito.
¡Ay como se echa de menos ya la plenitud y la exuberancia de la dehesa en Primavera! Es la única época del año capaz de rivalizar en belleza con la montanera. Este momento glorioso que abarca de octubre a marzo, o menos, o más si lo permite el clima es el rato de máxima felicidad del cerdo Joselito donde, a lo ancho y largo del bosque mediterráneo, con más de un millón de hectáreas y rodeado de encinas, alcornoques o matorrales, pastan en busca de la codiciada bellota que madura, cae y desprende olor y gusto.
Alternan con hierba, ejercicio y descansos placenteros y baños de barro para proteger la piel, para que, durante la última fase de cría, engorden, disfruten y se despreocupen del resto.
Este periodo es crucial para alcanzar el máximo esplendor de todos los productos Joselito y, en especial, del jamón, sometido a rigurosísimos controles de calidad, que bien podría comerse a todas horas, todos los días de la vida, solo, en bocadillo (ideal para llevar y comer en medio de la dehesa) o con un buen par de huevos fritos.
Ese tocino fundente, dulce y picante, de intenso sabor y con un regusto adictivo que se queda anclado en la garganta y que bien se puede demostrar, además de con el exquisito jamón, con la nueva, exitosa y Supernatural chuleta Joselito.
Una chuleta de sabor extraordinario, cuya carne se afina en el mismo secadero natural que los jamones, las paletas y demás embutidos de Joselito. Durante este proceso, que dura más de dos meses, la carne adopta los sabores y matices proporcionados por la bodega. Esta chuleta supernatural, es ideal para comer en plena dehesa, asada a fuego fuerte con los sarmientos y maderas de las propias encinas que nos rodean. ¿Puede haber un un plan mejor?
Este proceso es complejo, de gran trabajo y esfuerzo para todo el equipo que contribuye a alcanzar la máxima calidad de Joselito. Desde bien temprano, el mayoral, pastor principal de la ganadería Joselito, organiza el personal encargado de velar por el cuidado y bienestar del animal en la dehesa, donde, la fría y soleada mañana, incita a conectar con la naturaleza, su historia y sobre todo, su gastronomía, ya que no se me ocurre mejor lugar para desayunar, almorzar, comer o merendar rodeado de árboles, happy pigsy buenos amigos.
En ese idílico día en la dehesa la jornada comenzaría pronto, con los primeros rayos de sol. Podría arrancar con un buen desayuno, como por ejemplo, unos Huevos fritos a la sartén con longaniza que aportarán una cantidad extra de energía para el resto del día.
En Joselito sólo se elaboran productos naturales, sin colorantes ni conservantes, saludables y de elevada calidad nutricional. Son ricos en ácido oleico, vitaminas y antioxidantes naturales ya que no contienen gluten ni lactosa. Todo ello se consigue gracias al cuidado en su preparación y a que la carne Joselito es exclusivamente de bellota, seleccionando escrupulosamente las piezas procedentes de cerdos adultos con dos montaneras, donde ingieren entre 7 y 10 kilos de bellotas y 3 kilos de hierba diarios.
Personalmente, y creo que muchos coincidiréis conmigo, si pienso en una buena comida al aire libre, divertida e ideal para disfrutar en compañía, se me ocurren dos opciones igualmente válidas: arroz con cosas, cucharada y paso atrás, como por ejemplo, un arroz con embutido o, si se prefiere, con carne fresca como un arroz con chichas.
Si no eres persona arrocera, no hay nada más tradicional y rico que hacer un buen guiso, de intenso sabor, en el fuego y con cazuela de barro: unas buenas patatas guisadas con jamón o cualquier otra pieza de la gama Nude, como por ejemplo, las costillas ibéricas, cuya grasa, infiltrada y delicada, ensalzara y ligará todo el conjunto. Se puede cambiar y variar los ingredientes como se quiera, puesto que en temas de arroces y guisos, amplio es el campo (nunca mejor dicho).
Como ya hemos visto, hablar de la Dehesa Joselito es hablar de naturaleza, libertad y de una tradición centenaria que a lo largo de 6 generaciones y más de 150 años ha evolucionado para elaborar el Mejor Jamón del Mundo. Todo gracias a ese paraje natural donde, además de disfrutar y engordar, los happy pig de Joselito son los reyes del terreno. Solos o en compañía, con un buen vino y el mejor producto Joselito, se descubre la naturaleza, la historia y la gastronomía de un ecosistema único en el mundo.