Os he hablado y mencionado más de una y más de dos veces a nuestros Happy Pigs. Los cerditos de Joselito son felices y les va como anillo al dedo este mote. Hablamos hace unas semanas de la felicidad, si es bueno “ser” feliz o “estar” feliz. Llegamos a la conclusión que lo normal es “estar” feliz, porque es insostenible mantener una felicidad constante y de por vida… Es decir, “ser” feliz es prácticamente imposible.
Pero hoy los tiros no van por la felicidad. Van por saber el por qué de esa felicidad. ¿Qué hace a unos cerdos felices? Muchos son los requisitos que hay que llevar a cabo para que nuestros cerdos se puedan considerar Happy pigs, no es un mote puesto al “tun tun” (¿se escribe así?), sino que reúne una serie de puntos necesarios, y todos esos puntos los he comprobado yo en primera persona. He tenido la grandísima suerte de verlo con mis propios ojos y prácticamente vivirlo como un cerdo más, feliz de ser un happy pigs, mejor dicho un Happy Pig, hay que hablar con propiedad.
Hace un mes nos embarcamos en un trip (perdón mamá, debería decir excursión, que tenemos un vocabulario rico como para usar palabras en inglés, tienes razón), en una excursión mejor dicho para ver exactamente cómo viven estos cerditos. Queríamos saber qué comen, dónde viven, cómo conviven con sus compañeros, cómo son de cerca…A mí lo que más me picaba la curiosidad es ver su anatomía, ver su piel, el color de su piel era algo que me llamaba mucho la atención. De toda la vida has visto a los cerdos rosas tanto en la vida real como en los dibujos, y es que los Happy Pigs de Joselito tienen un color especial, y eso, por si fuera poco el resto de cosas, los hace especiales, y como es lógico, había que verlo.
Salimos desde Joselito de Velazquez rumbo a Extremadura. Un viaje muy en petite comité de lo más entretenido y divertido. Llegamos a la Dehesa de Joselito, con su casa familiar donde estuvimos disfrutando de una gloriosa cena de la mano de Jose pequeño. Nos alojamos allí en un ambiente de lo más cálido y familiar.
Al día siguiente nos fuimos de excursión al más puro estilo Jurassic Park. Nos subimos en la parte de atrás del 4x4 muy rollo pick up americana, y nos adentramos en el campo. Entre encinas y alcornoques nos fuimos perdiendo. Un día bastante soleado que hacía disfrutar aún más de una mañana de invierno con buena temperatura. Bote por aquí, bote por allá, nos detuvimos en la mitad de la nada. Menos mal que íbamos bien pertrechados con botas porque allí, como es lógico, había mucha hierba y tierra. En eso que estábamos hablando y empezamos a vislumbrar a una manada (piara perdón) de cerdos a lo lejos, ¡eran los Happy Pigs!
Los guardeses nos dijeron que no nos moviésemos, que no nos iban a atacar, pero que es verdad que es imposible tocarlos. Y cuando digo imposible, es que ni estando a escasos 3 centímetros, fuimos capaces de tocarlos. Corren como un rayo, como si se les fuera la vida en ello. Es muy curioso estar de cuclillas y ver cómo se van acercando, cómo caminan, la cara que tienen…¡La piel!, esa piel grisácea es una preciosidad. Me llamó muchísimo la atención lo mazados que están, tienen un cuerpo muy atlético. De ahí que el jamón esté tan bueno, los tíos (y tías) están de lo más tonificados, porque todo el día caminando al aire libre. Ahora bien, hablemos de su crianza.
La excursión acabó muy bien, comiendo y bebiendo en honor de los Happy Pigs, y con el buen recuerdo de verlos en su hábitat. Dicho esto, toca ir desgranando un poco todas esas preguntas de la crianza de los Happy Pigs para saber por qué están tan buenos, y realmente por qué están siempre tan felices.
Viven en Extremadura, exactamente. Nuestros Happy Pigs viven en completa libertad en su hábitat natural, la dehesa, un preciado ecosistema a medio camino entre el bosque mediterráneo y la pradera, donde cada cerdo disfruta de 3 hectáreas para él solo. Mira, como para no ser felices con todo lo que tienen. Además, están rodeados de alcornoques y encinas y todo plagado de una hierba verde y fresca.
Principalmente bellotas y hierba. Estas bellotas contienen un alto nivel de ácidos grasos monoinsaturados que influyen en la tasa de colesterol en sangre. A parte, ayudan a reducir el colesterol que llamo yo malo, el LDL y a aumentar el colesterol bueno. También son fuente de vitamina E, un antioxidante que favorece la eliminación de los radicales libres responsables del envejecimiento.
Las bellotas, además, contienen un flavonoide llamado quercetina que destaca por su alta actividad antioxidante. También los cerdos de Joselito pastan libremente por la dehesa, alimentándose de la hierba natural que crece en el campo. La hierba es una gran fuente de proteína y también de vitamina E, esta se absorbe y acumula en los cerdos Joselito.
Son muy curiosos de ver, tiene un cuerpo muy tonificado, muy atlético. Su piel es de una tonalidad grisácea y siempre están muy limpios. Como curiosidad, son cerdos que no huelen. Esto se debe a la alimentación que llevan. Y me imagino que también que están en movimiento todo el día, no encerrados en cubículos.
Visto esto, los Happy Pigs viven mejor que muchos de nosotros. Y lo digo por cómo comen, por dónde viven, por como están durante todo el día…El refrán de “la vida pirata es la vida mejor” se sigue diciendo por qué no conocen a nuestros cerditos.