Casi que deberíamos empezar por el principio de todo, por la definición de esa palabra que tanto protagonismo ha tomado últimamente. Sostenibilidad. En ecología, sostenibilidad describe cómo los sistemas biológicos se mantienen productivos con el transcurso del tiempo. Se refiere al equilibrio de una especie con los recursos de su entorno. Por extensión se aplica a la explotación de un recurso por debajo del límite de renovación de estos.
Sistemas biológicos, ¡ojito cuidao’. Es decir, cómo una planta se mantiene productiva a lo largo del tiempo. Y digo planta, árbol o cualquier tipo de ser vivo vegetal (ya hablaremos de otros seres vivos). De ahí la importancia que toman los árboles en todo esto. Al fin y al cabo los podemos considerar el pulmón de la Tierra, sin ellos no podemos seguir adelante, no seríamos capaces de seguir vivos. Hay que darle la importancia que le tenemos que dar. Por eso cada vez que alguien se carga un árbol, la multa puede ser interesante. Tanto económica como para el planeta.
Recuerdo cuando mi amiga Rocío se compró una parcela a las afueras de Madrid y decidió quitar un árbol. Del ayuntamiento le avisaron que la multa, por esa decisión, podía aumentar a no sé cuantos ceros. Yo me quedé alucinado, me acuerdo que le decía “pero bueno, tú en tu casa puedes hacer lo que te dé la gana”. Con el paso del tiempo ya me he dado cuenta de lo problemática de la decisión, que no solo estás quitando un árbol, sino que estás favoreciendo en cierto modo que nos vayamos a la porra, por decirlo finamente. Es decir, en cierta manera somos responsables en esa toma (errónea) de decisiones.
Al final mi amiga Rocío lo que hizo fue quedarse con el árbol moviéndolo de sitio en la parcela, y además plantó un par de ellos más que a día de hoy dan una sombra que da gusto. Quizás con el tiempo nos estemos concienciando de la importancia que tienen los árboles en nuestro entorno, que no solo dan sombra y flores en primavera. Quizás no, sí nos estamos dando cuenta del bien que hacen estos seres vivos para el planeta.
Si recordáis, hace unos meses cuando fuimos a la Dehesa de Joselito, nos dedicamos (a parte de comer, comer y comer) a plantar alcornoques en el campo. Yo tengo el mío ahí con mi nombre junto con otros intrépidos aventureros. Ojalá el día de mañana sea un gran árbol que de mucha energía al entorno.
La responsabilidad que tenemos como ciudadanos no solo pasa por los árboles, sino por el consumo responsable de productos (la ropa es una de las industrias que más contamina y que más consumimos en grandes cantidades). También el reciclaje de verdad y de forma ordenada. Parece una bobada pero de nada sirve que reciclemos al tuntún el cartón con el plástico…hay que reciclar con cabeza para que sirva de algo.
De igual manera, la forma de movernos. Dejemos los coches (de gasolina) un poco de lado. También el momento de viajar en avión (con billetes por 4 duros) a cualquier lado del mundo, y apostemos por transportes eléctricos y sino por caminar que nos va a venir muy bien para el body.
Joselito no solo es una empresa que tiene los mejores y más famosos jamones del mundo, que también, sino que ha conseguido ser pionero a nivel mundial con diferentes sellos y certificados por las prácticas que realiza. Pero lo más importante no son las medallas que nos den (que también se agradecen evidentemente), sino la huella que se dejará de hoy (o de hace unos años) en un futuro, más presente que nunca. Digo futuro presente porque las consecuencias ya las estamos viendo a día de hoy, aún así, vamos a ver ese compromiso que tiene Joselito:
Sello GGN
Este sello reconoce que las prácticas, tanto animales como de elaboración de los productos, son responsables y respetuosas con los animales y el medio ambiente, así como la inocuidad la la calidad de los productos.
Condiciones responsables
Con esto nos referimos a que Joselito garantiza que todos los productos que consumen todos y cada uno de nuestros clientes se produjo de manera y en condiciones responsables, que conservan la tierra y el agua, que se realizaron con un uso eficiente de energía reduciendo los desechos, fomentando la biodiversidad.
Animales y medio ambiente
El combo de cerdo y entorno sabéis que es perfecta y que se cuida al máximo. Como viven nuestros happy pigs es algo que causa sensaciones tanto dentro como fuera de Joselito. Tienen hectáreas y hectáreas para correr, para moverse con tranquilidad, lugares donde tomar la sombra gracias a los alcornoques y encinas y se alimentan con bellotas que hacen que los productos sean tan especiales
Certificado PEFC
Gracias a la conservación del entorno, Joselito consiguió este galardón que avala que la explotación que se hace de la dehesa es sostenible y respetuosa con el medio ambiente gracias a una reforestación encomiable plantando muchos miles de encinas y alcornoques desde hace años. De hecho podemos presumir de haber plantar 536.831 árboles desde 2003.
Esto es algo que tiene que continuar y que tiene que ir a más, ya que la Tierra cada está más enferma y recuperarla como hace año, a día de hoy es algo más que imposible y complicado, pero por eso hay que seguir trabajando.
