Alejada de la tradición americana pero con mucho más sabor, descubre cómo hacer esta smash burger Joselito con los mejores ingredientes.
Teniendo en cuenta que los americanos fueron los inventores de la hamburguesa, o al menos ellos se lo atribuyen, tiene todo el sentido del mundo que esta nueva moda que ha llegado a España pisando fuerte también provenga del mismo país. Los amantes de este sándwich relleno de carne picada no deberían perderse la hamburguesa Joselito con duxelle de setas teriyaki y panceta o la hamburguesa de pluma Joselito con camembert y trufa pero es justo avisar que poco tienen que ver con la variedad de hoy.
Para que todo el mundo lo entienda, la smash burger recibe su nombre de la técnica que se lleva a cabo para su elaboración; una fórmula que se detectó allá por los años 60 en la zona de Kentucky. La razón de su existencia es poder ofrecer una comida rápida y barata a los trabajadores de la zona, con una carne de calidad media que pasaba desapercibida al aplastarla de esa manera sobre la plancha. Ahí ganaba el crocante y la caramelización. Por aquel entonces, la smash burger sólo consistía en carne picada y cebolla encurtida además del pan. Siendo honestos, esta hamburguesa nació como algo muy económico y rápido, en absoluto como un bocado gourmet.
Pero desde que se han puesto de moda, muchas cosas han cambiado alrededor de estas hamburguesas. Ahora se consideran bocados gourmet, la calidad de la carne es cada vez más crucial, aparece el queso, el bacon y otros condimentos como salsas secretas, el pan de patata se hace tremendamente popular y la técnica del que las cocina resulta crucial. La típica smash burger conlleva en su mezcla de carnes varios cortes de ternera pero en esta ocasión vamos a elaborar la versión Joselito con una mezcla de solomillo y lagarto picados a mano, carne fresca de la temporada, recién llegada de la dehesa. Los más sibaritas hablan de blend de carnes pero aquí el objetivo es lograr un patty (lo que es la hamburguesa tal cual, sólo la carne) jugoso y muy sabroso. Por eso se mezcla la terneza del solomillo con la grasa infiltrada del lagarto. ¡La combinación es perfecta!
La pericia del cocinero debe, también, dorar muy bien la carne por fuera pero que quede jugosa por dentro y no seca. Luego, por encima hemos optado por añadir un poco de queso emmental que se funda en la cocción y también el toque soberbio de la sobrasada mallorquina. El pan de patata deja su lugar a un pan de aceite de oliva que nos recuerda mucho más a nuestro territorio. La preparación no llevará más de 10 minutos y el disfrute está asegurado.
Ingredientes (4 personas):
Preparación: