Si la carbonara es tu salsa favorita para la pasta descubrirás que todavía te gusta más cuando la pruebes con papada ibérica Joselito; conoce todos los secretos para preparar la receta perfecta.
¿Quién no ha comido alguna vez pasta carbonara? Puede que sea una de las recetas italianas más internacionalmente conocidas pero la realidad es que, por esa misma razón, sus ingredientes originales y su forma de preparación han tendido a desvirtuarse vigorosamente y en la receta que encontraréis más abajo veréis sólo una pequeña modificación con la que se considera “la original” y es que, si es para hacerla todavía mejor, necesitaremos utilizar la papada curada de Joselito.
Olvidemos la nata por un momento, o por varios, porque la pasta carbonara no la incluye en la lista de sus ingredientes aunque muchos lo podáis pensar e incluso lo podáis ver en algunas casas y restaurantes italianos pero aferrémonos fuerte al guanciale, esa papada (proviene de guancia que signifca cara en italiano) curada y ahumada que se emplea como ingrediente primordial… ¡no, no es el clásico bacon!
Trayendo hasta nuestro terreno la receta de la carbonara, puedo asegurar que emplear papada ibérica curada Joselito elevará aún más esta simple – que no sencilla – receta que a todos encanta pues no en vano los cerdos que pastan a sus anchas por las dehesas con una alimentación y un cuidado 100% natural nos aportan unas partes grasas de grandísima calidad, con una potencia de sabor única que se junta a una delicadeza en boca extraordinaria.
Si ahondamos un poco en la historia de la receta podremos saber que es relativamente reciente pues no fue hasta 1944, año en el que los soldados estadounidenses llegaron a la zona del Lazio con motivo de la Segunda Guerra Mundial, cuando vimos este plato que probablemente fue sólo una adaptación del “cacio e ovo” que se comía en la provincia. Sobre el porqué de su nombre son muchas las teorías pero quizás la más razonable es la que liga esta deliciosa salsa con las reuniones de los mineros que trabajaban el carbón y que durante las mismas disfrutaban con esta versión de pasta elaborada con los ingredientes que tenían en los aledaños.
Es preciso hacer hincapié en algunas pautas que no deben eludirse para preparar la auténtica Carbonara Joselito y es que, para empezar, la papada ibérica deberá ser cortada en lonchitas de unos 4 milímetros de espesor y ser salteadas hasta que casi queden crocantes; mientras que la reacción de Maillard sucede os propongo otro tip para conseguir la carbonara perfecta: comerse unas lonchas finísimas de papada ibérica mientras que se observa el salteado… el fundir de la grasa en el paladar dejando ese retrogusto Joselito marcado hará que todo lo que venga después sea sencillamente maravilloso. La pasta la tendréis que utilizar larga y seca, de trigo duro como hemos dicho antes, y hay que tener especial cuidado al añadir el huevo porque si la temperatura alcanza los 75ºC o los supera conseguiremos lo más indeseado, el efecto “tortilla”. Hay quiénes añaden puerro o cebolla, también algunos que la terminan con un poco de trufa rallada por encima si es temporada, lo que está claro es que la carbonara perfecta es Joselito.
400gr de pasta seca de trigo duro, espaguetis o tallarines finos.
220gr de papada ibérica Joselito + unas lonchas finamente cortadas
2 huevos
3 yemas de huevo
180gr de pecorino romano
70gr de parmesano reggiano
sal
pimienta negra recién molida
Preparar una olla con abundante agua y ponerla al fuego a tope con un poco de sal hasta que hierva. Cocer la pasta.
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