Ahora que el calor aprieta y nos quita ganas de preparar recetas que requieren muchas elaboraciones, consumir ensaladas frescas y disponer de embutido Joselito en la nevera, con el que solucionar de forma fácil cualquier comida, se ha convertido en una auténtica necesidad.
Leas esto desde el sofá de tu casa, la mesa de la oficina o desde una tumbona en una playa del Levante, estarás de acuerdo en que en verano nos entra una especie de sensación perezosa y de inactividad que muy difícilmente se puede evitar.
Cuando el calor aprieta parece que nos baja la tensión y sufrimos, como dicen en Canarias, un “aplatanamiento” que nos incita a echarnos la siesta o a comer en el bar, cafetería o chiringuito más cercano. A ver, tampoco es un mal plan porque, aunque no se haya podido disfrutar de unas vacaciones como Dios manda, para bien o para mal, es verano y hay alegría en las calles.
No obstante, estas pocas ganas de hacer cosas se dejan notar especialmente en la cocina, donde andar enredando con fogones y hornos es de las primeras cosas que descartamos. ¡Con lo a gusto que se está tumbado en el sofá, a oscuras, con una bebida fresquita y el ruido del ventilador de fondo!
Por ello, Joselito lleva tiempo abanderando la importancia de tener productos Joselito en la nevera. En el blog hay muchas recetas ideales para el verano, como por ejemplo, unas sopas frías que no requieren más esfuerzo que coger unos cuantos vegetales y triturarlos. Y si todavía esto te parece liarte demasiado la manta a la cabeza, siempre puedes aplicar la técnica, centenaria e indiscutible, de abrir un pan por la mitad y rellenarlo de cosas.
Desde los bocadillos clásicos de chorizo, salchichón, o jamón con aceite, a otros con una vuelta de tuerca más. Lo que está claro es que Joselito en el frigorífico, nos puede salvar de más de un apuro perezoso.
Pero sin duda alguna, la mejor opción para el verano son las ensaladas. Son muy saludables, nutritivas y nos aportan energía sin llegar a empacharnos y dejarnos sentenciados para lo que queda de día. Además, se hacen en un santiamén y se conservan muy bien en la nevera.
La receta ensaladera de hoy es el remojón granaíno. Para aquellos pocos que no lo conozcan, es uno de esos platos que protagonizan la carátula de un libro que se titula, por ejemplo, “sabor mediterráneo”. Aceituna, aceite de oliva, naranja, bacalao, huevo duro, cebolleta y perejil forman una de las recetas icónicas de la gastronomía granadina de reminiscencia árabe.
Llena de sabor, esta ensalada es idónea para estos días en los que el sol y calor son los verdaderos protagonistas. Acompañaremos este clásico mediterráneo con unas lonchas finas de la mejor Panceta Joselito, un producto blanco rosáceo con entreverados de carne roja y brillante que sólo tiene ingredientes 100% naturales: sal marina, pimienta, ajo y orégano. Para el aliño bastará con utilizar un buen aceite de oliva virgen extra que será el hilo conductor entre el mar (bacalao) y la dehesa (panceta), conectando de manera automática con la naturaleza de la que nos llega el mejor producto del mundo.
Es curioso e intrigante saber lo bien que funcionan las dos grasas. El aceite, bien lo sabían los romanos, le va la mar de bien a la naranja y, por otro lado, la Panceta Joselito, proveniente de cerdos que se alimentan únicamente de hierba y bellota, se funde en la boca dejando un regusto adictivo y envolviendo, de una forma magistral, todo el conjunto.
Nivel de dificultad: Fácil
Tiempo de preparación: 15 min
Alérgenos: Huevos