Esto es como “si Mahoma no puede ir a la montaña, pues que la montaña venga a mi” o algo así…vamos si me dejáis acabar el refrán con un “buena sombra le cobija” y me quedo tan ancho. El caso es que llevamos más de un año sin viajar, y los que se lo pueden permitir por la pandemia me imagino que irán a Segovia a comer un cochinillo y media vuelta. Con lo que hemos sido y a lo que hemos llegado, eso sí, ahorrando por los 4 costados, hay que ver el lado positivo de todo esto.
El día que nos dejen salir, no sé en qué vamos a gastar los pocos dineros que tenemos. O mejor dicho, ¿en qué estamos gastando los dineros en esta pandemia? Haciendo un rastreo en mi familia y amigos, la mayoría (y no es broma), en alcohol. Dicho así me vais a recomendar que busque otro círculo social, pero no hablo del alcohol duro, sino que muchos están invirtiendo en buenos vinos. Y no precisamente para coleccionarlos, no no, para bebérselos. Es verdad que con esta pandemia (después de un año), se bebe más. En casas, pero se bebe más.
Otra vertiente para gastar es en el tema deportivo. Como no podemos salir de las 4 paredes de casa, la gente se ha montado su mini gimnasio. Y no te creas que para entrenar la gente se decanta por la típica camiseta mugrienta de su época universitaria, y los pantalones cortos de pintar la casa, la gente se gasta sus cuartos en una buena equitación transpirable, ergonómica, y con circuito de luces si me apuras. Queremos estar elegantes en casa, esto es así.
A eso hay que añadirles que sólo con la ropa no estás en forma, necesitas tus máquinas y tus cosas. Que si esterilla, mancuernas, gomas, la rueda de abdominales, discos…y si eres muy PRO, te plantas la cinta o la bici estática en el salón y te quedas tan ancho. Pobres bicis, toda la vida siendo el tendedero de la casa y ahora les hacen trabajar.
Y por otro lado, gastamos mucho más dinero en comer. Y no precisamente cantidad, sino calidad y nuevos productos, ya que con tanta restricción, toque de queda, estado de alarma y cierre perimetral, es mejor no salir de la cama, literalmente. Por eso hemos optado por investigar más en las tiendas y en los supermercados (o en su defecto en las shoponline) y volvernos muy creativos en la cocina. Gracias a dios se pasó ese boom de la primera ola de hacer bizcocho. Recuerdo que en Instagram no eras nadie si no te habías rapado el pelo y hecho una carrot cake. En mi caso ni lo uno ni lo otro.
Pero algo que sí me ha empezado a interesar, son todos esos platos que por H o por B me estoy perdiendo de los restaurantes, o bien porque están cerrados o porque no tienen delivery, es decir, no mandan a domicilio, así que me he visto obligado a meterme en la cocina de lleno. Pero no en cualquier cocina, sino en la cocina internacional. Que no cunda el pánico porque yo siempre barro para casa, así que algo de nacional me queda y además me quedo con lo mejor, con Joselito.
Vamos a cocinar y a viajar a la vez. Ya que no podemos salir de nuestras fronteras, cógete el pasaporte y la sartén que despegamos en breves minutos. Y ya si a este planazo gastronómico le incluimos una bebida típica del lugar, el plan puede ser redondo. Saque, un buen Aperol con hielo, un té de cardamomo y canela o un exótico vino dulce de arroz procedente de Vietnam.
Menos mal que después no te va a tocar conducir porque no vamos a salir de casa, algo bueno tendría que tener este confinamiento. Ahora sí, listos que despegamos
De la mano de los productos Joselito vamos a ver que recetas internacionales podemos preparar sin salir de casa para viajar gastronómicamente en tiempos de restricciones
Viajamos hasta Italia para hacer este híbrido entre tortilla (de las que tanto me gusta a mi desayunar) y pizza. Esta frittata es con espárragos, queso brie y jamón Joselito y combinación ganadora, un plato sencillo de hacer y que posiblemente guste a todo el mundo (te diría que a todos los invitados pero con el tema de las restricciones me da miedo ser yo el propagador de la covid). Aquí tienes la receta de frittata italiana.
Rumbo al sudeste asiático (con la mente y los utensilios de cocina) para hacer sus famosos rollitos esta vez con langostinos y papada Joselito. Para los que no habéis probado la papada, estáis tardando en pedirla antes incluso que el jamón. Además la papada suelta todo lo bueno cuando entra en contacto con el paladar, cuando aumenta la temperatura…creo además que lo narré de forma literal hace poco. Receta rollitos vietnamitas
Rumbo a países árabes y directo a degustar este manjar con base de berenjenas. Desde el punto de vista nutricional es una bomba de vitaminas y minerales, y un plato muy sabroso. Esta vez el baba ganoush irá acompañado por zanahorias asadas y chorizo Joselito. ¡Cómo puede ser ese toque de chorizo! Intensidad que contrasta con este “hummus” de berenjena. Consulta la receta de Baba Ganoush
Esta versión de noodles es de lo más divertida. La propuesta es con chorizo y salchichón Joselito. Lo más importante es conseguir una pasta suelta y aromática, porque damos por hecho que el producto Joselito está bueno de por sí. Una base fresca como puede ser unos cogollos de lechuga y listo al paladar. Aprende a preparar unos Noodles Thai con chorizo
No sé por qué pero en Madrid se ha puesto muy de moda la carne japonesa cocinada de una manera diferente a lo que conocemos aquí tradicionalmente. Basta ya de sushis y sashimis, hoy desde el lejano Oriente, solomillo Joselito con salsa Tonkatsu. La técnica usada es muy parecida a nuestro empanado de toda la vida con esta salsa tan característica
¿Quién ha probado una buena pizza diferente últimamente? Cada vez es más complicado encontrar novedades en este plato tan manido de la cultura italiana, pero aparte de que el secreto está en la masa, los ingredientes son importantes un rato, porque no me veo yo comiendo la que lleva piña (jamás, nunca, antes pan duro de 1 semana). En esta ocasión, pizza de papada Joselito al estilo Joselito’s. Poco más que añadir (se me ve el plumero con la papada)
¿Te han entrado ganas de probar algunas de estas recetas internacionales?
