Sorprende a todos tus invitados en estas fiestas navideñas con el mejor jamón del mundo. No en un plato, que también, sino como relleno de un pan brioche casero que puede dejarse preparado con antelación y así, llegado el momento, disfrutar de la familia y de los amigos.
Suele ser habitual que, a medida que se aproximan las fiestas navideñas, sobre todo a los que les toca cocinar, sientan una especie de presión manifiesta sobre lo que van a preparar. Y por alguna razón desconocida, una de las cosas que más perturban a los cocineros navideños es la ronda de entrantes. ¿Por qué? Pues bueno, se supone que es porque los principales suelen ser clásicos inamovibles y el postre, en la mayoría de ocasiones, una bandeja de mazapanes, polvorones, turrones y peladillas (sí, esa bandeja que parece perpetua).
Además los aperitivos navideños tienen que tener la suficiente consistencia como para aguantar preparados con antelación y poder disfrutar de la familia y amigos. La presión está sobre la mesa.
Si os ha sabido a poco los aperitivos de Navidad de Joselito que se han publicado hace poco y buscáis algo más informal y que suponga menos cacharreo, la receta de hoy es ideal para ello.
Se trata de una receta de inspiración Semana Santil, no por la frugalidad gastronómica que propugnaba la Biblia en estas fechas, si no más bien por su similitud con el hornazo aunque nada tiene que ver. Estamos hablando de un pan de jamón.
Lejos de lo que pueda parecer a simple vista, es muy fácil y sencilla de hacer. Se puede dejar preparada con antelación y lo único importante es utilizar harina de fuerza (se necesita que aguante la mantequilla y la fermentación) y amasar bien.
Esta última tarea con amasadora es muchísimo más fácil, aunque viendo siempre el lado positivo, si lo hacemos a mano, nos ahorramos el gimnasio. Bollería para principiantes se podría llamar donde lo único verdaderamente importante que hay que hacer es dejarla fermentar a temperatura ambiente cálida, alejada de corrientes de aire, durante 3 horas.
Hecho esto, el resultado es un entrante divertido, distinto y que no dejará indiferente ni al cuñao más cuñao de las próximas fiestas. De nuevo, tener el mejor producto Joselito a mano, lo mismo nos resuelve una cena informal de chándal, peli y manta; que la cena de Nochebuena, Nochevieja o Reyes.
Para la masa: