El ramen es una de las recetas más icónicas de la gastronomía japonesa, una combinación perfecta entre caldo, fideos y guarniciones que aportan sabor y textura. En esta versión única, la Chuleta Supernatural de Joselito se convierte en la protagonista, aportando una profundidad de sabor incomparable. Esta chuleta, disponible solo en temporada, se afina en las mismas bodegas que el jamón Joselito, alcanzando su maduración perfecta antes de ser disfrutada.
Piezas limitadas y únicamente en temporada, esta chuleta única pasa por un proceso de maduración en las bodegas de Guijuelo hasta alcanzar un punto de sabor y textura inigualables. Esta preparación emplea no sólo el corazón de la carne del producto sino también su grasa, que se funde melosamente al contacto con el calor corporal. Ésta se emplea dentro del caldo pero también para hacer unos deliciosos y crujientes torreznitos que serán el topping definitivo de esta sopa nipona.
La base del ramen será el consomé Joselito, elaborado únicamente con huesos de jamón, pero si no se dispusiera de él se podría emplear cualquier caldo base pero con buena enjundia de fondo. Para los que lo desconozcan, el ramen tiene sus raíces en China, pero evolucionó en Japón hasta convertirse en un plato esencial de su gastronomía. Se popularizó en el siglo XX gracias a su combinación de fideos en caldo con guarniciones variadas, generando una gran cantidad de estilos regionales.
Desde el shoyu ramen (con base de salsa de soja) hasta el tonkotsu ramen (con caldo espeso de huesos de cerdo), este plato ha demostrado una enorme capacidad de adaptación, dando lugar a versiones únicas en cada parte del mundo. Algo que es fundamental en esta sopa es el tare o aliño de la misma; para la de hoy hemos empleado uno con miso, soja y algo de sésamo.
La introducción de la Chuleta Joselito en un ramen no solo es un homenaje a su versatilidad, sino también una perfecta fusión entre la tradición japonesa y la excelencia del cerdo ibérico español. Como otros añadidos, el típico huevo cocinado únicamente 6 minutos para obtener una yema cremosa y bañado en salsa de soja, alga nori y un poco de cebolleta finamente picada. Si se quiere, se podrá terminar con un leve añadido de sichimi togarashi.
Esta receta es altamente adaptable y se pueden realizar algunas variaciones según el gusto de cada comensal:
Caldo enriquecido: Se puede intensificar el sabor agregando setas shiitake secas o un poco de miso adicional para un toque umami extra.
Verduras frescas: Se pueden añadir brotes de soja, espinacas baby o pak choi para aportar frescura y contraste.
Ingredientes (4 personas):
Preparación:
Preparar el caldo:
En una olla grande, calentar el consomé Joselito junto con el hueso de la chuleta y 30g de su grasa.
Dejar cocinar a fuego bajo durante al menos 1 hora para potenciar el sabor.
En los últimos 30 minutos, añadir el ajo, jengibre, miso rojo, miso blanco, pasta de sésamo, salsa de soja, mirin y sake. Mezclando bien hasta que se integren los sabores.
Colar y reservar caliente.
Marinar los huevos:
Cocer los huevos en agua hirviendo durante 6 minutos y enfriar en agua con hielo.
Pelarlos y sumergirlos en un bol con salsa de soja durante 30 minutos.
Cocinar los fideos y preparar los torreznos:
Cocer los fideos ramen según las instrucciones del fabricante.
Cortar parte de la grasa de la chuleta en pequeños dados y freírlos sin añadir grasa hasta que estén crujientes, obteniendo torreznos que aportarán textura al plato final. Sacarlos sobre un papel que absorba su exceso de grasa.
Preparar la chuleta:
En una sartén caliente, dorar la parte de la carne de la chuleta en su propia grasa hasta obtener una costra dorada.
Retirar del fuego, dejar reposar unos minutos y laminar finamente.
Montaje del ramen:
Repartir los fideos cocidos en los boles y verter el caldo caliente por encima.
Colocar las láminas de chuleta dorada sobre los fideos.
Añadir los huevos marinados cortados por la mitad, la cebolleta picada y los torreznos crujientes.
Completar con una hoja de alga nori en cada bol y un chorrito de aceite de sésamo.
