Seguimos hablando de felicidad, que para eso estamos en junio que es el mes de la felicidad por excelencia. Remóntate a tu más tierna infancia y deja volar tu imaginación. Recuerda como desde el 1 de junio se acababan las clases por la tarde y empezaba a resurgir en tu día a día el pantalón corto y las tardes de juegos en la calle con tus amigos. El frescor a primera hora de la mañana cuando ibas al cole con las piernas al aire. Recuerda también esos días de finales de junio cuando te daban las vacaciones y no volvías al cole hasta dentro de 2 meses después, que para ti eran 2 años.
Recuerda los bocadillos de jamón a pleno sol, las noches largas cuando te acostabas más tarde de lo normal. También recuerda las primeras barbacoas en familia los fines de semana. La noche de San Juan. El olor de los árboles en todos los parques y calles. Las cenas en la terraza de casa.
Recuerda también las despedidas de tus amigos hasta después de verano…muchos recuerdos de la infancia que siempre estarán en nuestro cajón de la felicidad, ¡ay qué felicidad la infancia!
Pero ahora no tenemos que ser menos felices. Simplemente somos adultos y la realidad cambia. Hay cosas mejores y cosas peores, como todo en la vida. Pero lo que hay que intentar es rascar o rozar con los dedos esa felicidad. También te digo, no es bueno vivir en una eterna felicidad, porque sino nos pasa el efecto contrario.
De hecho, el otro día en un libro, algo bastante interesante en relación al tema de la felicidad, “la escasez es lo que hace que algo sea precioso”. Eso quiere decir que si vivimos en una eterna felicidad, nunca la vamos a apreciar. Es como si comemos nuestro plato favorito todos los días. El primer día te hará gracia, pero ya el tercero estás hasta la gaita, por mucho que te vuelva loco ese plato.
Lo mismo ocurre con la felicidad, hay que vivir lo más próximo a ella sin perder de vista nuestra vida y las alegrías y las penas que esta nos trae. Siempre he dicho que no podemos ser unos "Mr Wonderful" de la vida, de hecho, eso se considera felicidad tóxica y es casi más contraproducente que el pesimismo, negatividad o la infelicidad, porque estamos forzando algo que nos da una falsa realidad, pero bueno, eso es harina de otro costal.
Hoy nos ponemos serios que vamos a hablar de la serotonina y la relación que puede tener con Joselito. Nos ponemos serios porque vamos a hablar de cosas más técnicas y para eso tenemos que estar más al loro. Hace unos días dí unas pinceladas de lo que era la serotonina en rasgos generales, al igual que hablé de las otras 3 hormonas que causan la felicidad. Pero hoy nos vamos a centrar en una sola y la relación que tiene con Joselito.
La serotonina es una hormona encargada de nuestro estado de ánimo, la que te hace reír y llorar en la misma franja horaria. Sí, esa es la serotonina, la que te hace querer a uno y morderle a los 5 minutos, es la que regula ese estado de ánimo. También regula otras cosas como son el apetito (en mi caso aquí no funciona muy bien porque siempre tengo) e incluso el sueño, otro de los factores importantísimos y que nos hace estar bien, el dormir y que no lo tenemos en cuenta y es muy muy importante. Hay que descansar.
Por esto y por más cosas, la serotonina es una hormona muy importante y tiene esa relación con la felicidad. Es como si fuese un termostato, si lo tenemos averiado, todo se altera. Pues lo mismo ocurre aquí.
El otro día hablábamos de las 4 hormonas que nos dan la felicidad, y entre ellas teníamos una de nombre peculiar que se encarga en cierta manera de nuestro estado de ánimo. Casi que por la definición deberíamos tenerla a raya porque lo de levantarte contento y acabar triste el día es de lo peor que podemos tener.
Por eso, el jamón Joselito, que tanto gusta a la gente, repito, QUE TANTO GUSTA A LA GENTE, tiene una serie de funciones en relación con esta hormona de la que hablamos:
Resumiendo, la serotonina nos crea una sensación de bienestar, de satisfacción, de relajación tanto física como mental y un buen estado de autoestima. Eso es lo que nos produce la serotonina.
Esa hormona que he comentado anteriormente que se secreta gracias al triptófano presente en el Jamón Joselito, por eso (y por más cosas evidentemente), el Jamón Joselito es tan importante en nuestra alimentación y esa relación tan estrecha con la felicidad.