Lo primero de todo, ¿Cómo lleváis esta ola de calor? Es que a día de hoy no hay que preguntar “cómo llevas el verano”, porque como concepto seguro que bien, lo que hay que preguntar hoy en día es el cómo llevamos la ola o las olas de calor. Nos enfrentamos a veranos calurosos. No sé donde leí el otro día un cartel que sostenía un chaval donde se podía leer en inglés algo así como “estás ante el verano más frío de los próximos años”, y es que es real. Se me ponen los pelos de punta como será todo esto en el futuro.
Dejo volar mi imaginación y transportarme a dentro de 50 años (tendré en torno a 85 más o menos). No me quiero imaginar cómo será el planeta dentro de 5 décadas, cómo serán las altas temperaturas en las ciudades y los pueblos, la sequía en el campo y demás cosas que nos afectarán cuando yo sea mayor, mucho más de lo que soy hoy. El tema no pinta nada bien. Y creo que pintará peor. Ahora me encuentro en mi querida Zamora escribiendo este artículo. Rodeado de fuego. Zamora se está quemando, y si no fue suficiente con la quema de la Sierra de la Culebra hace unas semanas, ahora un poquito más.
Voy a dejar de lado un poco este tema tan actual y tan triste. Aunque realmente va al pelo con lo que vamos a hablar hoy. Hablar de lo 100% natural de los productos, de lo sostenible que es producirlos y, al fin y al cabo, la huella que dejamos en el planeta. Y esa huella debería venir reflejada en el etiquetado de todos y cada uno de los productos que consumimos. Hay que leer bien, hay que informarse mejor y saber lo que comemos.
El etiquetado en general (no el nutricional en concreto), nos da la información suficiente sobre el producto que tenemos entre las manos. No sólo de lo que está compuesto o las grasas, proteínas y demás que contiene (que también), sino su fecha de caducidad, el cómo se ha hecho, cuándo se ha hecho y antes de cuándo hay que consumirlo. También del dónde se ha criado, producido, empaquetado y distribuido. El quién es importante. Saber quién ha tenido el producto en sus manos y la responsabilidad de cualquier contratiempo. Ese es el quién del producto.
Desde hace pocos años, como consumidores tendemos a preocuparnos y ocuparnos mucho de todos y cada uno de los productos que caen en nuestras manos. De dónde procede, en qué condiciones se ha tratado, quién lo ha producido…y eso las empresas y las marcas lo ha tenido en cuenta mucho últimamente ya que es algo que como digo, el consumidor requiere.
Que los productos tiendan a ser 100% naturales, hace que se dedique más tiempo en el proceso de producción y el momento “fast” o acelerarlo, quede relegado. La gente huye del fastfashion, del fastfood…Prefieren mucho menos, pero de mejor calidad. Ahí es donde entra en juego el tiempo y decelera la maquinaria de producción. Se produce menos pero de mejor calidad.
Joselito lleva haciendo esto desde hace más de 150 años. Produce lo que produce, tiene los cerdos que tiene y así año tras año, década tras década se ha posicionado como un producto 100% natural que respecta tanto el producto como todo lo que le rodea. Es decir, para nosotros todo esto no es nuevo.
En Joselito todo es 100% natural. Desde el lugar donde se crían nuestros happy pigs, hasta el envase final que es lo que consume el consumidor. Entiéndase envase final, como productos final, no quiero decir que en Joselito nuestros consumidores tengan que comerse los blisters de los productos.
Bromas a parte, cuando digo que todo es natural, es que todos los productos de Joselito son 100% naturales. Pongamos como ejemplo a su producto estrella, al jamón, para ver y entender el por qué es 100% natural:
Esto os lo que contado muchas veces pero lo quiero remarcar para que nos demos cuenta que nuestros Happy Pigs viven mucho mejor que nosotros. Corretean y viven a sus anchas en la Dehesa de Joselito rodeados de encinas y alcornoques. Se alimentan de bellotas que hacen que tenga ese sabor tan especial (los productos), y mantienen una forma física que ya le gustaría a muchos de nosotros. Tienes hectáreas y hectáreas para poder campar a sus anchas por toda la dehesa.
Cuando hablamos que el Jamón Joselito es 100% natural es entre otras cosas por sus ingredientes. Y os preguntaréis, ¿Qué es lo que lleva en sí el Jamón Joselito?, pues jamón y sal marina. Punto.
Otro punto fuerte. La mayoría de los productos del mercado llevan aditivos y conservantes para mantenerse “bien”. Joselito no lo necesita porque se sigue manteniendo perfecto. De ahí que todos y cada uno de los productos de Joselito no lleven ni conservantes ni colorantes.
El Jamón Joselito pasa por un proceso de curación 100% natural de más de 36 meses. En este proceso de curación, pasan por un primer proceso de salazón que permite la estabilización de las enzimas y la perfecta conservación de la pieza. Posteriormente un asentamiento en secaderos naturales durante el invierno. Seguimos con un sudado de la pieza y después pase a bodega donde el jamón se afina y toma lo que será su forma, sabor y olor final.
Esto es sólo un ejemplo del jamón Joselito, pero pasa con todos los productos que allí se producen, absolutamente todo desde el primer minuto hasta el último es 100% natural.