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La dehesa: ¿cómo es el paraíso de los happy pigs?

José
05 septiembre, 2013
Hace 10 años. Actualizado 21 Noviembre 2022, 12:16
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Joselito La dehesa: ¿cómo es el paraíso de los happy pigs?

La dehesa está íntimamente ligada al cerdo ibérico de Joselito, ya que los happy pigs se crían en libertad y se alimentan de bellotas en este bosque mediterráneo de encinas y alcornoques, que ha sido siempre su hábitat natural. El término dehesa procede del latín y significa “defensa”, porque era precisamente en este medio donde el ganado encontraba el refugio adecuado.

La costumbre de los romanos de establecer latifundios en territorios marginales, propició el origen de estos terrenos, considerados como superficies amplias controladas por un único propietario y que tienen, por tanto, un origen histórico y suponen una inestimable herencia ecológica, que se remonta mucho tiempo atrás.

Estos paisajes se pueden contemplar en la Península Ibérica al viajar por la comunidad autónoma de Andalucía (sobre todo en su parte occidental), por Extremadura y por la provincia de Salamanca. En Portugal: por la región del Alentejo y el Algarve.

Vista aérea de dehesa

¿Qué es una dehesa?

Podemos definirla como un monte propio del clima mediterráneo. Dicho monte ha sido manejado y adaptado por el hombre, conforme a sus necesidades de alimentación y supervivencia, con el excelente resultado de una simbiosis perfecta entre el arbolado, la ganadería y el hombre.

Está formada por especies del género Quercus, cuyas variedades principales son encinas (Quercus ilex ilex y Quercus ilex rotundifolia), alcornoques (Quercus suber) y quejigos (Quercus lusitanica) como especies productoras de bellotas. Asociadas a estas especies se desarrollan infinidades de especies arbustivas típicas del monte mediterráneo (el acebuche, el madroño, el lentisco, las jaras, jaguarzos y otras). También aparecen como una constante las especies herbáceas, formadas por gramíneas y leguminosas, que suponen el complemento perfecto para la alimentación del cerdo ibérico.

¿Cómo se formaron las dehesas?

En estado natural, las encinas forman extensos y muy tupidos bosques junto con las demás especies típicas del bosque mediterráneo: jaras, cantuesos, madroños, brezos, durillos, cornicabras, retamas, y un largo etcétera según las zonas. En tiempos pasados se eliminaron árboles y matorrales, con talas, siegas, incendios controlados, roturaciones del terreno y por el ramoneo de las cabras. Así se abrieron claros en el bosque, que ahora se mantienen por los mismos procedimientos, ya que, si no el proceso de sucesión ecológica restauraría el bosque primitivo. Con el pastoreo es suficiente para mantener e impedir que el bosque se reconstituya, aunque actualmente, al haber menos ganadería alimentada por pastos, se complica su gestión. 

Las dehesas resultan ser el mejor hábitat para la fauna mediterránea. Son ecosistemas muy interesantes porque son un buen ejemplo de equilibrio entre explotación por el hombre y conservación de los recursos naturales. Tienen también una gran importancia económica y social, tanto por la extensión superficial que abarca (casi dos millones de hectáreas en la península ibérica), como por la función de fijación de población rural en sus núcleos, reduciendo el flujo migratorio y sus lógicas consecuencias (envejecimiento de la población, reducción de tasas de actividad, abandono de explotaciones, etc.). 

Cerdos ibérico alimentándose en la dehesa

Organización de la dehesa

La propiedad de estos terrenos es privada en un 75% de las explotaciones. El resto correspondería a la categoría de bienes de gestión colectiva de propiedad comunal, de grupos de vecinos asociados para su compra o de ayuntamientos. En muchos casos estas explotaciones colectivas mantienen la denominación histórica de Dehesa Boyal. 

Los propietarios de estas fincas responden a la siguiente tipología: pequeños propietarios que dependen estrechamente de sus explotaciones ganaderas y dedican todo su tiempo a la explotación, medianos propietarios con fincas de tamaño medio o grande que se encargan de la gestión comercial de sus productos, y, por último, las sociedades procedentes de otros sectores de actividad que contratan servicios de gestión de las fincas sin que estas supongan su principal fuente de ingresos. Es la comercialización posterior de los productos de este espacio la que genera mayor número y diversidad de empleos, generalmente ligados al sector agroalimentario.

Cada cerdo ibérico de bellota de la cabaña de Joselito disfruta de aproximadamente tres hectáreas de dehesa, donde durante unos dos años crecerá y se alimentará de modo completamente natural y en total libertad, por eso se conocen como los happy pigs de Joselito.

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José
6ª generación de Joselito.
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