Durante estos meses hemos hablado de todo, de lo divino y de lo humano. De lo ricos (adjetivo facilón) que están los productos Joselito en general, hemos hablado también de los cerditos, de cómo se crían y como viven.
Hemos desgranado todos y cada uno de sus productos desde el punto de vista nutricional, o por lo menos de la mayoría. Nos hemos puesto en plan Comando de Investigación y hemos sacado la dieta del invierno y desmontado la operación bikini siempre desde un punto científico pero sin perder el sentido del humor. Vamos, hasta de cómo se envasan los productos Joselito, del plástico, los envasados al vacío y el porqué de todo ello.
Y sobre todo de esto último quería hablar, de lo que Joselito cuida, y no solo lo que comemos, sino lo que nos rodea. Joselito es una empresa que se preocupa por la sostenibilidad y sí, se puede considerar que es sostenible por varios motivos, y sino, ojito a los reconocimientos y a los premios que ha recibido al respecto:
Global Gap ha reconocido a Joselito con este sello por formar parte de aquellas firmas de alimentación comprometidas con una alimentación sostenible, responsabilidad social y bienestar animal.
Esta prestigiosa etiqueta garantiza que todas las prácticas que se realizan en Joselito, tanto en el cuidado animal como en la elaboración de los productos, son responsables, respetuosos con los animales y el medio ambiente, así como con inocuidad y calidad de todos y cada uno de los productos.
Hace más de 150 años nacía Joselito en Salamanca, una de las marcas más icónicas de la gastronomía española y lo hacía con una filosofía empresarial y vital basada en dos pilares intocables, grados a fuego en un ADN que se ha transmitido de padres a hijos a lo largo de las seis generaciones, tener una máxima calidad y el absoluto respeto por la naturaleza.
Esos dos pilares se han ido forjando en los últimos años y de ahí ese reconocimiento internacional. Un sello más que merecido.
Por no decir, respeto absoluto por la naturaleza. Los Happy Pigs de Joselito son animales felices que viven toda su vida en libertad y en su hábitat natural, con aproximadamente 2 hectáreas de dehesa por cabeza. Se alimentan de manera 100% natural, consumiendo hasta 7kg de bellota y 3 kg de hierbas diarias durante la Montanera (esto os contaré más adelante en qué consiste que es muy interesante) mientras recorren más de 10km cada día buscando las mejores bellotas. De esta manera disfrutan mucho más de su libertad.
Y ya no solo hablamos de los queridos cerditos, sino que la responsabilidad con la naturaleza va mucho más allá. A través de la elaboración responsable (sin aditivos ni conservantes), una gran actividad de reforestación (en donde se han llegado a plantar aproximadamente 170.000 encinas y alcornoques en los últimos años), una cuidadosa selección de proveedores y materiales para contar con el packaging más respetuoso con el medio ambiente.
Ya lo hablamos hace unas semanas sobre la conciencia de Joselito con el envasado. Tienen o tenemos un compromiso con nuestro planeta, su cuidado y recuperación que va más allá de la responsabilidad social y las relaciones públicas. Es una parte tan fundamental en la filosofía como la calidad de los jamones.
Quizás sea el único en el mercado con un producto de esta calidad, un producto estrella por encima de todo. Su forma es alargada y estilizada y su carne, fragante y delicada, tiene un aspecto brillante, de color entre rosa y rojo púrpura.
Está finamente veteada por la grasa de la bellota que le da un aspecto marmóreo y le proporciona gran jugosidad y una fina textura. Como podéis ver esto es pura poesía, pero es lo único que me sale de la boca evitando que se me caiga la baba. La grasa en este caso, es muy aromática y tan fluida que se funde en la boca inundando el paladar con un incomparable sabor, lleno de matices, intenso y prolongado.
Los productos Joselito, todos, y cada uno de ellos, son absolutamente naturales, no contienen ni conservantes ni colorantes. Más de una vez nos hemos quedado sin palabras a la hora de hablar de sus ingredientes donde como mucho (más allá del cerdo), contienen pimentón y sal, por poner un ejemplo.
La grasa del Jamón Joselito tiene un porcentaje elevado de ácidos grasos monoinsaturados, especialmente ácido oleico, similares a los que contiene el aceite de oliva y, por tanto, ayuda a mantener un adecuado nivel de colesterol en la sangre. Eso desde el punto de vista nutricional, pero la grasa es muy particular ya que proporciona unos aromas especiales en el jamón y en muchos de sus productos .
Creo que estas 6 razones son más que suficientes para que consumas Joselito, o eso creo yo.