Emplear un corte como la Pluma Joselito para hacer una hamburguesa puede resultar sorprendente, pero la realidad es que se consigue un “patty” jugoso y tremendamente sabroso, ideal para rellenar unos panecillos y convertir el icono americano en una auténtica tentación española.
No hace falta más que picar bien la carne -ya sea a cuchillo y mucha paciencia o con la ayuda de una picadora- y después aliñarla al gusto de cada uno, en esta ocasión sólo con un poco de sal y pimienta negra y unas gotas de soja para promover el sabor natural de la Pluma Joselito.
A partir de aquí podríamos hacer infinitas combinaciones en las que entraría la posibilidad de añadir hierbas diferentes como orégano o estragón, licores como bourbon o ron, queso como manchego o de cabra, especias como curry o pimentón o incluso trocitos de cebolla, champiñón o Panceta Joselito.
Pero si queremos realzar el sabor de la carne,que proviene de cerdos alimentados casi exclusivamente con bellotas de la mejor calidad durante dos montaneras, lo mejor es simplemente darle un toque de sal y pimienta y pensar en los condimentos externos.
En este caso, los acompañantes son una buena mostaza de Dijon en la base de unos molletes de aceite de oliva y un poco de cebolla lentamente caramelizada para aprovechar que salgan sus azúcares naturales sin la necesidad de añadir más. Por su parte, si añadimos rúcula y canónigos le aportarán frescor y limpieza para seguir mordiendo la hamburguesa, así como un poco de queso Camembert fundido y un pesto de trufa negra natural que une avellana y trufa melanosporum, dando el toque final de gracia a esta hamburguesa Joselito de pluma, una pieza con bastante grasa interna que ayuda a conseguir una hamburguesa muy jugosa y con sabor.
Terminar la hamburguesa poniéndola encima de los canónigos y la rúcula, el pesto de trufa negra y la cebolla caramelizada.