El debate sobre carne roja o blanca no es nuevo. Hace un par de años saltó a la palestra la carne roja por posibles enfermedades asociadas al consumo de la misma…Se creó un gran revuelo, pero no es la primera vez que se ataca directamente a un alimento. Siempre he dicho lo mismo, no hay alimentos buenos (como los superalimentos) o alimentos malos, su efecto en nuestra salud depende del uso que hagamos de los mismos. Lógicamente todo esto con matices, es fundamental puntualizar, pero yo no soy mucho de crear alarma por los alimentos.Pero vamos a ir un poco más al grano de lo que es el tema, las carnes rojas y las carnes blancas principalmente. ¿Qué diferencia hay entre ellas dos? ¿Qué carnes son rojas y cuáles son blancas? ¿Y la carne de Joselito? ¿Qué consumo debemos hacer de las mismas? Muchas preguntas que iremos solucionando, pero empecemos por el principio.
La carne roja presenta un color rojo o rosado en estado crudo. Se trata de carne procedente de los mamíferos. Es una carne de proteínas de calidad, en torno al 15-25%. Contiene más grasas, concretamente saturadas, en el caso de que no se consuma solo las partes magras (depende de la parte del animal). Es rica en potasio, fósforo y sobre todo en hierro, al igual que zinc, que junto con las proteínas de alta calidad son fundamentales para un buen desarrollo muscular.
La carne blanca es un tipo de carne que presenta un color menos rojizo, más blanquecino y no procede de mamíferos. Suelen ser carnes en la mayoría de los casos procedentes de aves, aunque hay matices.
A pesar de que las proteínas de las carnes blancas son ligeramente inferiores a las de las rojas en cuanto a calidad se refiere, en proporción poseen más cantidad de proteínas, llegando a alcanzar un 28%.
Referente a las grasas, mucho depende de la zona del animal (o incluso del tipo de animal), pero lo que sí podemos afirmar es que poseen mucho menos colesterol. En lo que respecta a los macronutrientes, contienen potasio, fósforo, yodo, vitaminas y hierro, pero en menor cantidad que la carne roja.
Dicho esto, ¿qué carnes pertenecen a cada tipo?Consideramos carnes rojas a la carne de vacuno, buey, caballo y también carne de caza. Referente a las carnes blancas, son la carne de pollo, pavo, conejo…
¿Y la carne de cerdo dónde la encajamos? Tras varias disputas de los profesionales del sector, se “etiquetó” a la carne de cerdo como carne blanca. Es una carne rica en potasio, fósforo, zinc, hierro y sobre todo vitaminas
Joselito tiene una gran oferta de carnes más allá del famoso jamón. Desde el solomillo hasta partes tan interesantes como la presa o el secreto. Se trata de una carne de gran calidad que desde un punto de vista visual y organoléptico se asemeja más a las carnes rojas, aunque sea de cerdo.
Se trata de una carne 100% natural, sin ningún tipo de aditivo ni conservante y con unas características nutricionales muy interesantes, ya que tiene un alto valor proteico, con proteínas de gran calidad, y una proporción de grasas insaturadas (las buenas) superior al 75% del total de grasa.Ahora bien, ya que tenemos ubicados los distintos tipos de carne, ahora lo que necesitamos saber es el consumo recomendado de las mismas, tanto las blancas como las carnes rojas. Sobre todo, cuántas veces las podemos consumir a la semana y si es necesario hacerlo acompañado de algún otro alimento.
Lo normal sería consumir carne roja de dos o tres veces por semana y siempre acompañada de verduras o algún otro grupo de alimentos. En este caso, podemos optar por carnes rojas magras, como puede ser un solomillo de ternera, o el lomo. Aquí es fundamental tener en cuenta cómo va a ser el cocinado de la carne.
Si la vamos a cocinar con fuego directo y a muy alta temperatura puede dar lugar a un chamuscado de la carne que origina sustancias tóxicas.
Las carnes blancas bastante interesantes en una dieta blanda, pero en general son muy recurrentes en una dieta habitual. Se puede considerar una media de tres raciones semanales. El pollo es la carne más consumida en los hogares, al igual que el cerdo en sus diferentes versiones. Por ejemplo en cuanto al cerdo, la presa y el secreto son muy consumidos, al igual que el solomillo. Quizás por sus propiedades, por sus grasas insaturadas (las que son buenas) y la calidad de las proteínas.
Después de aclarar que el consumo de carne (roja o blanca) no es bueno ni malo, es fundamental que en el caso de que la consumamos, sea de una manera responsable y organizada durante la semana sin abusar de la misma, y siempre acompañada de algún otro alimento. La carne es una alimento muy interesante con unas propiedades muy buenas, y además muy flexible en una dieta. Ahora que se acerca el verano, yo si fuera tú empezaría a organizar una barbacoa con los amigos, algo de lo más apetecible. Eso sí, no olvides unos buenos platos de ensalada.