Las ensaladas también son para el invierno y es que la ensalada, en realidad, es una mezcla de vegetales aliñados. En este caso la patata, la zanahoria y el calabacín se encuentran con el dulzor de la manzana caramelizada y la potencia elegante del chorizo Joselito.
El chorizo no vale sólo para un picoteo ligero o para ser introducido en los bocadillos, los más selectos de Joselito, por supuesto. También es un ingrediente poderoso para dar el contrapunto final de muchas recetas. Las levanta, les da ese toque especial y animado. De esta forma consigue que todo el conjunto funcione mejor y sea adictivo a la hora de comerlo.
Hasta el gran chef Joachim Wissler, tres estrellas Michelin en el restaurante Vendôme (Bergisch Gladbach, Alemania), recurre a él para coronar y redondear creaciones de alta cocina. Lo atestiguan sus delicados espárragos blancos en vinagre con chorizo Joselito, caña de lomo y salchichón.
Se trata de un chorizo lleno de matices. Tiene una grasa que se funde en la boca por provenir de los mejores cerdos del mundo. Contando con cinco únicos ingredientes son suficientes para alcanzar la grandeza gastronómica: sal marina, pimentón, azúcar y ajo y magro de cerdo.
Ya se ha hecho hincapié en lo importante y genial que es tener embutidos Joselito a mano para resolver cualquier comida del día. Quizás no tanto en la utilización que a productos así se les da. Ahora, justo después de las navidades, en plena operación bikini navideña donde los propósitos parece que nos mueven más, es el momento ideal para empezar a juguetear en la cocina (con los fogones o sin ellos).
La vuelta al trabajo seguro que se hace más difícil de lo habitual si además te ha pillado con Filomena rodeando tu casa. Sobre todo después de unas navidades especialmente quietas por una movilidad reducida. Por lo que lo verdaderamente importante en estos casos para tener energía y ser muy feliz; es alimentarnos con una materia prima de calidad. Como ocurre en Joselito, libre de conservantes, colorantes y 100% natural. Somos lo que comemos y es importantísimo tenerlo en cuenta.
Una de las cosas más importantes a la hora de retomar la rutina laboral y, sobre todo, alimentaria es cocinar mucho en casa. Esto, además de mantenernos activos y con energía, nos permite saber qué es exactamente lo que comemos y de la calidad que es.
Para organizar el menú semanal, así como la nevera, prima el gusto de cada uno. Hay quienes hablan del gazpacho como algo atemporal que no ha de comerse solo en invierno. En cambio, hay quienes prefieren el cuchareo y un buen guisote estacional para resistir a Filomena. Lo que no mucha gente conoce y es una de las mejores formas de comer de forma saludable y, además, disfrutar son las ensaladas templadas. Aquí podéis encontrar 7 recetas para dar la bienvenida al invierno como Dios manda.
Sí, ensaladas templadas; ni calientes ni frías. Tibias, templadas, perfectas para esta época del año en la que el frío se asienta definitivamente. Aún así nos apetece cuidarnos sin renunciar a las ensaladas o a cualquier otra verdura en crudo o también cocinadas. Además, pueden prepararse con tantos ingredientes como uno se pueda imaginar y aprovechando siempre esos restos navideños del fondo de la nevera. Junto con las obvias lechugas y hortalizas, casan a la perfección con carne fresca Joselito (ahora en su mejor momento de montanera) o, por ejemplo, con chorizo.
La potencia del pimentón de este embutido combina a la perfección con aliños ligeramente dulces. En el caso de esta receta en la zanahoria y también en la manzana ligeramente caramelizada. Junto a ellos se encuentra la siempre fantástica patata, baby o ratte, cocida primero y salteada después. También, el jugoso calabacín que nos unirá todo el plato en uno. Por último, fuera del calor, podremos añadir también un poco de pepino cortado, unas almendras laminadas y el toque de ese embutido que se fundirá junto al leve calor del resto del plato.
Las ensaladas templadas, gracias a su variedad de ingredientes, dejan de convertirse en meros entrantes para constituir el plato fuerte de almuerzos y cenas. Se pueden dejar preparadas, viajan bien en tupper y, cortando unas finas lonchas de cualquier producto Joselito, nos solucionan una buena comida o cena. Sana, rápida, fácil y nutritiva. En este caso, combinar ingredientes ligeros con otros ricos en hidratos y grasas naturales es la mejor manera de ofrecer una comida completa. Así podremos volver al trabajo con más fuerzas y energías que nunca.