Ahora que el calor aprieta, esta ensalada ligera, llena de color, sabor y muy nutritiva es ideal para nuestro día a día. El toque de la papada Joselito, gracias al tomillo y el orégano, dotan de un gran carácter aromático y campestre a un plato que harás en menos de diez minutos.
La receta de garbanzos de hoy es todo lo contrario a lo que podamos pensar cuando en invierno hablamos de legumbres. El verano ha entrado por la puerta grande y la apuesta firme para los meses venideros son sin duda los platos rápidos, ligeros y refrescantes, que podamos hacer en poco tiempo y no nos dejen demasiado llenos pero que a su vez nos aporten la energía necesaria para aguantar el calor.
Los garbanzos nos ayudan a llevar una dieta equilibrada: son ricos en carbohidratos y proteína vegetal, contienen antioxidantes y minerales y una vez cocidos -sean de conserva o de cocción propia- son geniales para ensaladas frescas en las que el tomate, la cebolleta, el aguacate o casi cualquier vegetal se encuentran con la Papada Joselito finamente loncheada.
Elaborada a base de ingredientes naturales (sal marina, pimienta, ajo, orégano y tomillo), sin aditivos ni conservantes, le aporta un contrapunto especial con sabor, aromas salinos y una grasa saludable que se funde en la boca nada más entrar en ella.
Tener en la nevera embutidos o productos curados como el jamón o la papada es siempre un acierto porque resuelven un picoteo o, como en este caso, aportan un plus de sabor a cualquier preparación. Un poco de allí, otro poco de allá y el toque final Joselito y en un santiamén se consigue un plato de esos que se quieren repetir muchas veces, perfecto para el día a día, saludable y apetitoso.
La receta de hoy, además de prepararse en escasos cinco minutos, aguanta muy bien el tupper, por lo que podremos llevarla al trabajo, a la playa o a un picnic en la sierra.
Te sorprenderá esta ensalada de garbanzos, parmesano, rúcula y Papada Joselito por distinta, sugerente, adictiva y de gran fragancia, con la que aguantar mejor estos calurosos días.
En este caso, hemos decidido usar garbanzos en conserva para hacerlo más rápido, pero perfectamente se pueden dejar en remojo la noche anterior y después cocer. Aunque lo cierto es que una buena legumbre de conserva, que solamente contenga agua y sal, no tiene nada que envidiar a unos garbanzos remojados y cocidos. No sólo son ideales para ensaladas, sino que también para introducir en guisos, salteados o cualesquiera otras opciones, eso sí, siempre escurridos y lavados con agua fría.
Igualmente, para apreciar mejor todos los sabores del mejor producto Joselito, es recomendable dejar la papada a temperatura ambiente, al menos 30 minutos antes de disfrutarla ahora que hace mucho calor (en invierno lo conveniente es una hora).
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