Un humor de mil demonios, desánimo, fatiga, dolor de tripa, flatulencias, cefaleas, inflamación y permeabilidad intestinal, vómitos, diarreas... Los alérgicos, intolerantes o sensibles al gluten –una proteína amorfa que se halla en la semilla de muchos cereales (especialmente el trigo) y que tiene un gran aliado en el almidón– saben de sobra su cuadro sintomático si ingieren ese cóctel de malestares que aparejan consigo la glutenina y gliadina.
Así que formulamos una pregunta recurrente que atañe a los aquejados de celiaquía a la hora de echar alimentos a la cesta de la compra. ¿Los embutidos contienen gluten? Pues sí, pueden tenerlo en sus entretelas. Eso sí, hagamos la salvedad de que el jamón curado de cualquier rango, el jamón york de calidad extra y la cecina no lo llevan. Sin embargo, el gluten nos rodea, está por todos lados. Básicamente y para los no iniciados, es es el responsable de la maleabilidad de la masa de harina, y confiere esa consistencia elástica y esponjosa de los panes y hogazas. Sin recurrir a laboratorio o tecnología punta, se puede aislar para dejarlo solito y desamparado lavando el almidón. Por sí solo presenta una textura chiclosa, fibrosa... Así que la industria alimentaria vio en él un magnífico amigo: “menudo espesante tenemos entre manos”, tuvieron que decir. Y ese espesante puede estar presente en chorizos, salchichones, lomos y demás productos de chacinería... pero no en Joselito.
Que nadie tema. Tanto nuestros jamones (de cualquier añada), paletas y demás embutidos son 100% naturales, no tienen conservantes, colorantes, lactosa, y albricias ¡¡¡están libres y limpios de gluten!! El jamón y la paleta porque por naturaleza no lo contienen; el resto de compañeros, porque no lo incorporan en ningún momento en el proceso de elaboración ni se topan con él por contaminación cruzada. Y ojo, que hay alternativas como sustituir el gluten con harinas de arroz o maíz, aumentar el azúcar para potenciar y/o enmascarar el sabor o incrementar niveles de grasas y sal en aras de que no haya pérdida sápida. Pero no. En Joselito todo es escrupulosamente natural, tal y como se viene haciendo durante un siglo y medio. De este modo, los embutidos, paletas y jamones Joselito son una fuente de sabor libre de gluten, sin menoscabo de su aporte nutricional y de su suculencia. Todas y cada una de las referencias Joselito suponen una opción deliciosa para las personas alérgicas y con sensibilidad a esta proteína, incluso un nuevo camino para quien simplemente pretende evitar el gluten en su dieta. Para los chavales celíacos los productos Joselito representan una estupendo repositorio para animar almuerzos con alguno de nuestros ingredientes, amén de desayunos, cenas y meriendas. ¿Un buen pan de pueblo sin gluten y unas buenas lonchas de chorizo vela? Pues así se monta un bocadillo, sano, sabroso y catedralicio.
El tema del gluten no es baladí ni un asunto de moda pasajera o de puro esnobismo del que quiere evitar una presunta irritabilidad intestinal para hacerse el interesante en un almuerzo chic. Más de 400.000 españoles (algo más del 0,8% del país) tiene alergia o sensibilidad a este enemigo casi invisible. Cada año el número de celíacos en nuestro país aumenta en un 15%, según la Federación de Asociaciones de Celíacos de España (FACE). Por eso día hay más comensales a los que lo de salir fuera a comer o incluso hacer la cesta de la compra, se está convirtiendo en una odisea (en muchas ocasiones con un sobre coste exagerado). Casi todos conocemos alérgicos que preguntan sobre dónde se van a tratar los alimentos que van a ingerir (requieren impolutas tablas de alimentos solo para celíacos, cuchillos envueltos en papel film y menajes lavados hasta la pulcritud absoluta) para que no haya la temida contaminación cruzada. Con Joselito puede ir tranquilo, a ciegas. Sin conservantes. Sin aditivos. Sin lactosa. Natural y delicioso. Y de gluten, nada de nada. Se lo decimos hasta en inglés. Joselito is totally gluten free. FIN