A día de hoy celebramos todo. Lo celebramos absolutamente todo. Y cuando digo todo, es porque tenemos en el calendario todos y cada uno de los días del año con algún festejo o jolgorio.
Todos los días hay jarana como dirían en La Casa de Papel. Hoy, 19 de septiembre es el día del aperitivo, ¿cómo os quedáis? Después de escuchar en las noticias hace unos años que estábamos celebrando el día de la croqueta, yo ya me espero cualquier cosa, y nada más lejos de la realidad, aquí estamos celebrando el día del aperitivo.
También te diré que es mucho mejor celebrar el día del aperitivo, de la croqueta o del jamón, que el de cosas no tan agradables, que ya hay en el calendario muchos días de enfermedades por desgracia.
Evidentemente estos días existen por crear conciencia, dar visibilidad a la enfermedad y apoyo al enfermo, pero creo que también las cosas buenas, aunque muchas veces sin sentido, hay que celebrarlas.
Eso significa que hoy 19 de septiembre, domingo, deberíamos echarnos a las calles, a eso de las 1 de la tarde a tomar un buen aperitivo allá donde estemos. A ser posible en terraza, que aunque estemos a un paso del otoño, todavía se mantiene el sol y el calorcito a media mañana y eso hay que aprovecharlo.
El aperitivo es curioso pero en España se entiende de diferente manera en función de donde vivas o donde te hayas criado.
Por ejemplo, en la mayoría de los sitios en Madrid, cuando pides una bebida, ya sea una copa de vino o una caña, en casi todos los sitios te ponen algo de aperitivo. Quizás no sea el mejor manjar que te hayas llevado a la boca, pero mata el hambre en esa hora tan crítica que es antes de comer.
En muchos sitios (gracias a dios no en todos) el aperitivo suele ser sota, caballo y rey, es decir, aceitunas, patatas o frutos secos. Pero es verdad que en muchos otros suelen sorprenderme con algo diferente. Hay en otros sitios de España donde te pides una bebida y te traen las grasas, es decir, nada de nada, y en otros como Almería (Cabo de Gata donde he ido mucho) te ponen unos aperitivos que bien quisieran algunos menús del día de muchos restaurantes, ¡viva la abundancia!
Y retomando el tema de los aperitivos, suelen ser algo diferente y algo que suele ser la “especialidad” de la casa.
Por ejemplo, si vas a un bar y allí es bueno el embutido, te pondrá una rodaja de chorizo con un trocito de pan, aunque sea mínimo, pero es una muestra para que sepas lo que allí se cuece. La mayoría de las veces está bueno, apetece y te deja con ganas de más, pero ¡ay amigo!, no en todos las casas cuecen habas.
Otra técnica del aperitivo en España, es poner algo que ha sobrado en el día y que está más frío y duro que una piedra de Chipiona. Esto suele pasar a última hora de la tarde, cuando te bajas con tus colegas a tomar una doble a la barra de un bar del barrio (ahora ya se puede, menos mal) y te sacan un trozo de pan con ensaladilla rusa pelín seca y casi casi con solera por la parte de arriba…eso también cuenta como aperitivo, aunque no nos guste.
El caso es que mola, es apetecible y muy español ese momento sorpresa de pedir una bebida y que venga acompañada de algo. Y muchas veces sorprende para bien, así que veamos qué tipo de aperitivos se estilan más allá de las patatas y las aceitunas.
En España otra cosa no, pero variedad tenemos un rato. Aperitivos hay muchos pero lo que más abundan son las patatas fritas y las aceitunas como he comentado. Que ojo, si están buenas fenomenal, pero hay muchas veces que están más pasadas que la Macarena.
Desde el punto de vista de la definición, el aperitivo consiste en pequeñas cantidades de comida cuya finalidad es más provocar apetito que saciar, por lo que las raciones suelen ser pequeñas, de ahí que tenga que ser algo rico y si me apuras, la “especialidad” de la casa, aunque hay más opciones.
Un buen plato de jamón le gusta a todo el mundo, y si es Joselito, apaga y vámonos. Y digo jamón como puedo decir algo de embutido. Un poco de chorizo o salchichón con un poco de pan…ahí sí que te quedas a comer en el bar.
Hay de todo como en botica. Aquí o están muy buenas y con una buena salsa, o te calzan unas frías y resecas, pero la intención es lo que cuenta. Aquí en Madrid hay una ruta de las mejores patatas bravas de la ciudad
Quizás no tan frecuente como aperitivo, pero en los sitios que la ponen, suele estar bastante buena, aquí no se la juegan. Puede ser con cebolla, sin cebolla, con más verduras, de gambas o atún. Modalidades mil, y si a esto le añades un plato de patatas fritas para hacer unas “palomitas”, tienes el aperitivo redondo (así lo llamamos en Zamora, pero si le añades un colín, tienes una marinera como lo llaman en Murcia).
Para mi el aperitivo top. Pero quizás (y me duele en el fondo de mi corazón) muchas veces no está buena, y más si eres un pijotero de la tortilla como yo, que tiene que estar jugosa y poco hecha. Aún así suele haber sorpresas, y este aperitivo le gusta a todo el mundo.
Disfrutar de un buen boquerón con una bebida bien fresquita, es de lo mejorcito. No será el aperitivo que gusta a todo el mundo, pero los que lo saben apreciar, lo disfrutan, y además es algo que se disfruta en pequeñas cantidades (como tiene que ser un aperitivo por definición), con una patata frita, un pepinillo, o solo, tú eliges.
Hay muchos más, torreznos, encurtidos, empanada de atún y también depende del lugar exacto donde estés de España. Eso es lo bonito del aperitivo, que cambia en función de la geografía, cambia en función de las tradiciones, y de la cultura de cada lugar.
No dudes allí donde vayas de montarte en el carro del aperitivo, te dice mucho de un sitio y pistas del lugar donde puedes comer, y que el día del aperitivo no sea solo el 19 de septiembre.