Su andadura comenzó, digamos, perezosa. El cerdo es el último de los animales en la ruleta lunar china que marca el comienzo y el fin de cada año en el gigante asiático. Jura el atavismo mítico del horóscopo que el puerco se quedó dormido y llegó tarde a la convocatoria de criaturas que realizó el emperador de Jade, gobernador del firmamento y megacreador al estilo de Zeus, Dios y demás seres omnipotentes. Jade organizó una carrera de animales para atribuirles un puesto en cada año lunar. Adivinen quién fue el farolillo rojo. Al menos llegó a la meta antes de que el emperador cerrase el control. La rata llegó en primera posición, y luego el búfalo, cruzando un caudaloso río. Luego fueron alcanzando la orilla, por orden, el tigre, el conejo, el dragón (lo hizo volando), la serpiente, el caballo, la cabra, el mono, el gallo y el perro. Justo antes de echar el telón, el emperador oyó un gruñido desesperado. Faltaba uno. El postrero, la bestia del último minuto. Jadeante, el animal se había despistado porque antes de la carrera se dio un festín (no sabemos si de bellotas en montanera) y se quedó vencido en brazos de Morfeo. Al despertar se reenganchó al concurso, y aunque tardío y extenuado, llegó.
De este modo estamos viviendo el año del cerdo. Porque según el calendario chino el año 2019 estará regido por el Cerdo de Tierra, periodo que arrancó el pasado de febrero y que se extiende hasta el próximo 24 de enero de 2020. La comunidad china residente en España realiza una fusión con la cultura española y llama a este año (Bèlûsî nián) o "año del Berlus" en idioma castellano. Según la astrología china, el signo del Cerdo rige los designios y el fatum de las personas que nacieron en los años: 1923, 1935, 1947, 1959, 1971, 1983, 1995, 2007 y 2019. Llevan el año del cerdo en su carta astral el actor Chris Hemsworth (el indestructible Thor), Elon Musk (cofundador de Tesla Motors), Pete Sampras (ex número 1 del tenis mundial) o Dua Lipa (cantante, compositora y modelo inglesa).
Que el cochino arribara el último a la mencionada carrera no conlleva funestas consecuencias o nefasta simbología. De hecho, el año del cerdo se asocia con riqueza, emoción e intuición (hasta paz y virilidad). Aseguran que el cochino es el más sibarita de todos sus compañeros de zodiaco. Adora comer y los excesos, llevando una vida tendente al placer, el goce y la despreocupación y la felicidad (los productos Joselito suscriben todos esos principios, nos encantan). O sea, un hedonista en toda regla. Eso no apareja vaguería, hastío o desgana. Los cerdos son muy trabajadores, excelentes amigos y cohesionadores de la comunidad por naturaleza. Por contra, algo brusco en decir verdades como puños a la cara, en plan honestidad brutal. No tienen dobleces en su conducta o su proceder y se les ve a la legua que son tolerantes, humildes, sensibles aunque algo suspicaces y tiquismiquis, optimistas, honestos, populares, afortunados, fieles, comprensivos y grandes viveros del sentido del humor...
Al igual que el zodiaco, digamos occidental, tiene ascendente, el cerdo del horóscopo chino trae sus propios matices. Los hay de agua, tierra, metal, madera y fuego. El acuático adora el lujo, es diplomático, buen negociante aunque algo crédulo; el de tierra despliega perseverancia y tenacidad, no quiere jaleos y transpira bondad; el de metal resulta apasionado, muy sociable, y pone mucho cuidado sobre el qué dirán y el prestigio ante los demás; es el de madera el más capaz y organizado, también solidario y presto, con un carisma y una sociabilidad encomiables.
Asimismo desde tiempos inmemoriales, el puerco se asocia en la cultura china, oh sorpresa, con la valentía al más puro estilo Babe. Esto se razona porque su antepasado el jabalí no paraba de luchar y no se daba caza fácilmente, lanzando tarascadas y embates hasta en plena agonía. Luego han llegado sus connotaciones más escatológicas, si bien ha ido primando su enorme actitud cárnica en cocina. Y también con un alto sentido simbólico. No debe ausentarse el cerdo de los mejores manjares que han de homenajear la entrada de cada año nuevo chino. Son cientos los platos y recetas que saludan y alegran la transición. Y para tributar el resto de este año tan porcino que no falten en las mesas de nuestros amigos chinos el jamón, las carnes frescas y las chacinas Joselito.