Este artículo va dedicado a todos los golosos de Joselito. A todos esos que se les hace el culo gaseosa cada vez que ven o leen la palabra azúcar (yo no sé si se puede decir culo…bueno, estamos casi casi en el 2022 y ya nada nos sorprende).
Yo personalmente soy más de salado, soy más de cosas y productos de Joselito que de una buena pastelería. Eso que me ahorro en postres. Aunque os confesaré una cosa, más de una y más de dos veces me he pedido un solomillo de postre, sobre todo cuando era pequeño, y no es coña. Así que poco ahorro mi padre conmigo.
España es un país rico en gastronomía. Es rico en todo lo que productos de alimentación se refiere, tenemos mucha variedad de alimentos y de productos, de Norte a Sur y de punta a punta de España e incluso según la temporada del año, de las torrijas de Semana Santa, a todos y cada uno de los dulces de la Navidad.
El ingrediente base de muchos (por no decir de todos) es el mismo, azúcar, azúcar y más azúcar. Sabéis que yo soy muy permisivo con los alimentos, soy de esos nutricionistas que nunca prohibe nada excepto que seas alérgico o intolerante, pero una cosa es eso, y otra cosa es que sea tonto y que os deje poneros como un kiko con tanto dulce, no señores, hay que dosificar un poco, comerlos, disfrutarlos y saber parar.
Pues a diferencia que en Semana Santa tenemos a las torrijas como las reinas de esos días, en la Navidad el pastel (y nunca mejor dicho) hay que compartirlo con más alimentos de contenido altamente azucarado.
No hay un único dulce que sea el rey en estos días de pascua, hay varios y por eso vamos a desgranar cuales no deben faltar en nuestra mesa. Bueno, reculo, si falta alguno no pasa nada, que no quiero que todos salgamos de aquí con unos kilos de más.
Turrón
Muchos lo consideran el rey de las Navidades, pero, ¿creéis verdaderamente que el turrón es el rey de la Navidad? Me reservo la respuesta, aunque sí que creo que no hay casa ni ser humano en España que no tenga o pruebe un trozo de turrón.
Hay varios tipos de turrón, lo hay blando o de Jijona o duro y de Alicante. Hay muchos más, de sabores diferentes, con trufa, coco, almendras y si me apuras hasta con la tercera dosis contra el coronavirus, pero estos dos son los más famosos. Yo estoy deseoso por probar uno de trufa. Sí, me han dicho que está de muerte.
Polvorones
Antes de nada os voy a confesar que soy de esas personas que aplasta el polvorón para comérselo. Esos trozos o migas de mantecado en cuanto las metes en la boca es mi favorito y mucho más gustoso para el paladar, ¡y para tus dientes! Tiene textura mantecosa muy suave que consigue hacerse masa dentro de la boca.
Roscón de reyes
Sin nada, relleno de nata o de crema, es como lo he conocido toda la vida. Y por supuesto, que la sorpresa no falte. Si algo es característico aparte de su textura esponjosa, es esas frutas escarchadas que todo el mundo quita, no sé quién fue el inventor, pero oye, ahí lo tienes año tras año.
Mazapán
No sé si el mazapán es originalmente español (creo que no), pero sí muy típico en nuestra querida cultura. A mi personalmente me gusta poco, y creo que es por el sabor más que por la textura, es un sabor que no me transmite, aún así, aquí mi opinión como poco experto en dulces navideños.
El mazapán está compuesto por almendras, azúcar y huevo en diferentes proporciones. En España se produce mucho en Toledo por lo que he podido leer e informarme. Ya sabéis para enero, si el coronavirus nos lo permite, una excursión a Toledo, pero no solo a comprar mazapanes, por favor.
Panettone
Dulce típico de Italia, aquí en España creo que lo hemos empezado a ver hace unos años y quizás sea un dulce que haya visto en cualquier época del año allí, aquí y en cualquier aeropuerto del mundo.
Es como un roscón de reyes (por la textura esponjosa) pero a lo alto y a lo bestia, más parecido a un brioche con pasas. Personalmente es fácil de comer para los que no somos nada golosos, no empalaga como un mazapán.
Consejo, si lo vas a mojar en el vaso de leche, ponte otro vaso de leche porque lo absorbe entero cual esponja.
Tronco de Navidad
Yo de este postre no tenía constancia. Vamos que me he tenido que informar muy mucho sobre el tema y con algún que otro amigo repostero que sabe de todo. El caso es que el tronco de Navidad procede de Francia y es un bizcocho que se consume mucho en Baleares, así que sí, en España es famosillo aunque no tanto en la península.
Suele estar , sí, ese chocolate que queda duro y que todo el mundo quiere quitar…la verdad que es muy apetecible. Yo si me quedo con algo es con el chocolate ese de fuera que tanto apetece quitar.
Alfajores
Todavía recuerdo unas navidades cuando mi amigo Carlos aterrizó de Argentina y nos apareció con una caja de alfajores para todos los amigos. He de decir que con una esquinita de este dulce iba cenado para 3 días. ¡Qué intensidad de dulce por no decir qué empalago!, quizás sea por la miel. Es un dulce compacto que se debe de expandir en tu boca porque aquello era imposible de digerir. Lo siento mucho pero conmigo no va. Así que sigo con el ranking.
Roscos de vino
Último dulce de la Navidad y no por eso menos importante. Los roscos de vino son muy parecidos a las típicas rosquillas de San Isidro (las tontas y las listas), pero con un toque más navideño, aguardiente, vino y bien de azúcar glass que para eso estamos en navidad.
He hecho lo que he podido amigos míos. Para mi hablar de dulces navideños es un auténtico suplicio, ¡con lo bueno que está el jamón Joselito! Aún así, aquí os dejo un buen surtido para estos días. Vuelvo a repetir, moderación y que no se os vaya de las manos. No vale guardarse polvorones en el bolsillo para comerlo por la calle, que nos conocemos.
