Esto sí que es un verdadero problema, o una verdadera pandemia y, además, no se sabe al 100% de quién es la culpa. A día de hoy, seguimos discutiendo si la culpa es de la población que está por educar en cuanto a nutrición se refiere. Si la culpa en sí es de la industria alimentaria que se aprovecha de los bajos costes de algunos ingredientes (que son poco saludables) y nos hacen “recetas” de lo más deficientes.
Que si la culpa también puede ser de los nutricionistas que a estas alturas de la película no hemos sabido disminuir, ni mucho menos paralizar esta enfermedad que va en aumento año tras año…sinceramente no sé de quien es la culpa.
Este 21 de mayo se celebra el día Europeo contra la Obesidad. Para ser exactos, se celebra el tercer sábado del mes de mayo. Esto es igual que la Gala del MET que se celebra el primer lunes de mayo, pero nunca tiene día exacto. A ver, me centro que me voy por las ramas y al final acabo hablando de trapitos en vez de Joselito.
Aquí es donde te vas a quedar flipado, pero literal. Un informe de la OMS revela que un tercio de los niños europeos de 6 a 9 años tiene sobrepeso u obesidad, problema que en España afecta a tres de cada cuatro jóvenes de 16 a 30 años. ¿Es o no es un dato preocupante? A mi me parece que por mucho que nos sigamos tirando de los pelos entre la industria, los nutricionistas, el intrusismo y demás, la obesidad va a seguir aumentando cuesta abajo y sin frenos, así que hay que sentarse, guardarse los egos y darle solución al problema.
La finalidad principal de celebrar este día es, como cualquier otro tipo de enfermedad, concienciar a la población sobre el impacto del exceso de peso sobre la salud de las personas. Todos los años se sacan informes donde se ve que el comportamiento de la obesidad (en concreto infantil) va en crecimiento año tras año. Además, la problemática del COVID no ha favorecido mucho en este sentido lo que es la obesidad, al contrario, la ha aumentado.
Se han “creado” niños más sedentarios por el peligro que tenía salir de casa, relacionarse con otros niños, jugar en la calle, pasear, hacer deporte…todo esto ha creado niños mucho más sedentarios que pasan de la silla del escritorio de estudiar, a la cama para jugar con dispositivos electrónicos y permanecer más tiempo en posición horizontal. Y esto no solo afecta al niño de manera física (que quizás sea la más preocupante), sino también a la hora de relacionarse. Son niños menos extrovertidos, más vergonzosos y tímidos, tienen miedo escénico y sobre todo dificultades para relacionarse con otras personas, relacionarse en sociedad.
Se ha visto que el sobrepeso y la obesidad están directamente asociados a enfermedades no transmisibles que ponen en peligro la vida, como las enfermedades cardiovasculares, la diabetes y el cáncer que debido a la obesidad, tendrán más “facilidades” de desarrollarse entre la población (tanto en niños como en adultos). Muchos expertos recomiendan que para alegrar el futuro de las próximas generaciones es bueno aplicar políticas basadas en la ciencia y en los datos que puedan ayudar a reducir la obesidad infantil, promoviendo al mismo tiempo dietas más saludables y, sobre todo, una buena actividad física.
Lo primero de todo quiero decir que ojalá tuviese la pócima secreta para erradicar la obesidad en el mundo, pero bueno, algo habrá que hacer, que a pesar del panorama, vamos a ser positivos en todo esto y vamos a ver qué cosas se pueden hacer para frenar un poco esta pandemia real. Todos sabemos que es tema de alimentación y actividad física, pero vamos a ir un poco más allá e ir desgranando paso por paso todo esto:
Tan sencillo como proyectar tu semana y saber que vas a tener entre manos. Tanto en casa (organizando los platos) como fuera de casa (tanto los platos como la bebida) para no tener ningún fleco suelto. No dejes nada a la improvisación, así evitaremos excesos, coger peso y acabar siendo una persona con sobrepeso.
Y a ser posible con el estómago lleno. Es muy importante ir al mercado o al supermercado y no ir sobreviviendo y rascando la nevera hasta la extenuación. Con tu planificación y tu lista de la compra, resérvate una hora de tu semana y tómate todo el tiempo que necesites porque hay que hacerla con los 5 sentidos, o por lo menos con cabeza.
De este tema debería hablar yo largo y tendido. La industria mete mucha “morralla” (por decirlo finamente) en muchos productos. Intenta que los ingredientes no tengan más de 3 líneas y olvídate de los mensajes “adelgazantes” de los productos que están en el frontal, que eso nunca funciona.
Para evitar el sobrepeso y la obesidad, entre otras cosas, es mejor quedarnos cortos que sobrados en cuanto a raciones se refiere. Saca los platos de postre y come en ellos, parecerá que te rebosa la comida del plato pero en realidad es un truco para el ojo que funciona muy bien.
Y aquí no me refiero que hagas deporte, que también, sino que te muevas todo lo posible. Evita coger el transporte, el coche, la moto o cualquier medio excepto que tengas que ir lejos y que sea irremediable. Sube y baja escaleras, levántate del sofá a por algo sin que te de pereza y que te lo tengan que traer…hay muchos gestos que podemos hacer para mantenernos activos.
No es nada novedoso lo que he contado, pero siguiendo estos puntos mantendremos al sobrepeso o a la obesidad fuera de nuestra vidas. Es un cambio de patrones, una buena planificación y ponerle todos los sentidos que podamos.