Las zapatillas de andar, una gorra, la mochila a cuestas y dentro de ella la mejor selección de recetas Joselito para la montaña. Preparaciones sencillas que viajan bien para disfrutar en los sitios más espectaculares.
A estas alturas del verano, entre otras muchas cosas, desde Joselito hemos querido ayudar a planificar un estupendo día de playa, pero también son muchos los que optan por la montaña ya que la sombra de la sierra, el agua fría y pura del río o el olor incesante a carne asada a la leña que rezuman de las barbacoas de muchas casas son el olor característico de las escapadas veraniegas al campo.
Parece que si en la ciudad o en la playa nos cuesta mucho más andar enredando en la cocina, lo cierto es que si nos hemos decantado por pasar nuestras vacaciones en un pueblo de la sierra, parece que de pronto, nos entran más ganas que nunca de hacer filigranas a fuego vivo.
Barbacoas, paellas y asados son algunos clásicos indiscutibles de estos lugares. Y la verdad sea dicha, ¡qué fácil es ser feliz! Ni que decir tiene que todas estas grandes y fantásticas comilonas no lo serían tanto sin el inmejorable producto Joselito, ya que, por ejemplo, empezar una comida con un el mejor jamón del mundo, correctamente atemperado, y su grasa fundente, es un acierto seguro. Muy mal se tiene que dar el resto de la cocina para que se os pueda poner alguna pega.
Al margen de estas grandes comidas muchas personas deciden, al igual que en la playa, ir de excursión y tirar de tupper. Por supuesto que las recetas pueden utilizarse de igual forma (un 2x1), pero da la sensación de que si la excursión trata sobre vegetación, piedras y rutas montañeras; la comida y el producto ha de mimetizarse con el entorno. Claro que nos podríamos llevar unos boquerones en vinagre, pero ¿por qué no sustituirlos por un tartar de salchichón?.
¿Quién no se ha tomado alguna vez en el colegio el típico bocata de esta pieza elaborada que sabe a pura tradición española?
La popularidad del salchichón reside tanto en su versatilidad como en esa combinación equilibrada de ajo y pimienta negra que hace de su consumo algo adictivo, sobretodo cuando nos referimos al salchichón ibérico de Joselito, elaborado con las mejores carnes del cerdo ibérico que pasta en libertad por la dehesa y totalmente natural, sin ningún tipo de aditivo añadido. ¿Ya se respira un poco más de monte?
Además de ser muy fácil de preparar (sólo se necesita cierta pericia con el aliño) se conserva muy bien y puede acompañarse la guarnición que más nos guste. Un trocito de pan o de queso Emmental basta para hacer de este tartar un manjar sin igual. Alta cocina en la montaña y en un tupper.
Igualmente, hay un plato emblemático de la cocina española que puede considerarse rey absoluto del tupper y de cualquier picoteo en cualquier época del año: la tortilla de patatas. Plato favorito de muchos, no se conoce a nadie en el mundo que no le guste.
Te podrá gustar más o te podrá gustar menos, pero odiarla es imposible. Con apenas tres ingredientes puedes hacer un plato de auténtica estrella michelín con el que brillar, sorprender y engatusar a tus invitados. Más si cabe todavía, si la rellenamos de un producto con tanto olor a tradición y campo como es el chorizo Joselito. Cien por cien natural, sin conservantes ni colorantes, el toque picante y ahumado del pimentón será el contrapunto perfecto para dulzor natural del pochado de la cebolla (porque sí, toda tortilla de patata que se precie debe tener cebolla). Además inundará la tortilla de sabor y color. ¡Una auténtica delicia que se hace en un santiamén!
¿Y se acuerdan de lo típico y clásico que son los filetes rusos en la playa? Pues la montaña no suelen ser filetes rusos, pero la mecánica o técnica suele ser la misma. Un filete empanado. Se conservan muy bien y no por nada han sido siempre el alimento y sustento de los pastores y segadores que se iban desde tempranas horas de la mañana a trabajar al campo. Unos filetes de secreto empanado pueden ser un auténtico manjar que siempre le gusta a jóvenes y mayores.
A todos nos gusta lo empanado y frito (y ya no te digo nada con una salsa rica, buena y casera). Sólo hay algo mejor que ello: un filete empanado y, además, relleno. De cualquier cosa. En términos de relleno (también aplicable a la tortilla o a las verduras), el único límite es vuestra imaginación, aunque, si me lo permiten, una combinación ganadora puede ser un queso natural y que se funda bien, con el lomo Joselito. Un acierto seguro con el que sorprender y ganarse a los compañeros de viaje.
No hay que olvidar que estamos en verano. Y aunque a la sombra de la sierra siempre se esté más fresco que en la playa las ensaladas no pueden faltar en nuestra dieta.
Se hacen fácil y rápidamente, admiten una variedad infinita de ingredientes y nos aportarán ese punch de energía que necesitamos para seguir pateando y disfrutando de la tranquilidad de la naturaleza.
La ensalada campera con chorizo es una opción perfectamente válida, pero en esta ocasión, para ahorrarnos el proceso de cocción de la patata, lo mejor es escoger una buena conserva de legumbres que sólo contenga agua y sal, y aliñarla con cuatro ingredientes finos y deliciosos.
Por ejemplo, una ensalada de garbanzos con papada, ahora que el calor aprieta, es ideal para nuestro día a día. Es una ensalada llena de color, sabor y muy nutritiva, además, el toque de la papada Joselito, con su tomillo y orégano, dota de un gran carácter aromático y campestre a un plato que se hará en menos de diez minutos.
Cualquiera de estos platos, acompañado de la correspondiente sopa fría, pueden ser la opción ideal para pasar un día en la montaña. Son nutritivos, ricos, sabrosos y muy fáciles de preparar. Además, el toque Joselito es un acierto seguro para agradar a cualquier comensal, por lo que fíjense ustedes la importancia de tener siempre a mano el mejor producto del mundo.