Está claro que todo lo que empieza, acaba. Seguro que volvemos más morenos, con algún kilo de más y con menos dinero en la cuenta del banco pero, ¡que nos quiten lo bailao! Lo importante es que hayamos disfrutado, descansado y como siempre digo, que hayamos comido bien.
Para mi es importante organizarse como os comenté a principio de verano. Organizarse para después no llevarnos sustos.
Eso quiere decir que de manera mental es interesante llevar una planificación semanal, no hace falta sentarnos y escribir un horario modo colegio (si te ayuda pues adelante), pero en la cabeza podemos tener los días que vamos a hacer deporte, los días que vamos a comer o cenar fuera de casa, y también (más o menos, que veo que os tiráis a la yugular) los caprichos que nos vamos a dar.
Aún así vamos a tener unas cosas en cuenta de cara a la vuelta a la normalidad, pequeños detalles a tener en nuestra cabeza y en nuestro día a día sin volvernos locos, esto consiste en apretar un poco las tuercas, no cambiar la maquinaria entera:
De por sí la vuelta al cole es dura, no intentes ser perfecto. Ve haciendo las cosas poco a poco, vuelve al trabajo (no te mates el primer día), retoma la rutina deportiva (no estés más horas ni te sobrecargues) y retoma la dieta, pero no con zumos DETOX ni alimentos insípidos. Recuerda lo que hacías antes de las vacaciones y básate en eso, no hagas ni más ni menos, sino más pronto que tarde te quemarás.
No la cortes radicalmente pero tampoco estés todo el día en las terrazas. Intenta cada vez que quedes, tomarte un zumo, un agua con gas e ir dejando poco a poco la cerveza o el tinto de verano. Permítete esta semana un día de “alcohol” pero no cada vez que salgas.
Te has metido en una rutina donde habrás incluido en tu día a día no sólo la siesta, sino un helado después de comer, unas aceitunas de aperitivo y unas patatas con una caña a media tarde...lo mejor es no tener nada de eso en casa y hacer cosas diferentes, trabajar puede ser buena idea.
Por ejemplo, vamos a cambiar las patatas fritas por encurtidos, unos pepinillos en vinagre, unas cebolletas...Y las aceitunas por unos crudités, como zanahoria. En el tema dulce, podemos optar por polos de sabores en vez de helados, y si le hemos dado a las gominolas, vamos a tomar frutas más dulces como moras, arándanos, frambuesas o incluso grosellas.
Importante hacer la compra y llenar la nevera, no vamos a ser unos supervivientes y tirar de lo poco que quede y del “como hoy he quedado a tomar algo pues ya ceno”, compra, organiza y ejecuta cada día, no dejes nada a lo que surja…un día bueno, pero no toda la semana.
Ya sé que has paseado por la playa todos los días una horita, faltaría más, pero tú y yo sabemos que eso no computa, eso no vale con todo lo que hacíamos antes. El caminar por la playa es lo mismo que ir y volver a trabajar andando, o subir y bajar unas escaleras…Te mueves algo, sí, pero no es deporte, y eso es lo que necesitamos retomar. Importante hacerlo 2 o 3 veces a la semana, no te vuelvas loco porque sino te quemarás a los 10 días.
El problema no son los kilos que hayas cogido durante estas semanas, sino los patrones o las rutinas nuevas que hayas hecho o creado. Vamos a dejarlos en que son consecuencia de las vacaciones, tomar un nuevo rumbo y ponernos a ello. El cuerpo volverá a donde estaba antes (pero no esperes hacerlo todo en 3 días)
Dicho esto, vamos a hacer un plan semanal de las 5 o 6 comidas que deberíamos llevar a cabo y tenerlas bien organizadas.
En esta semana vamos a retomar nuestro café o té, una pieza de fruta de temporada y algo de cereales como una tostada con aceite y algo de proteínas (huevo, jamón, queso...)
*Permítete esta semana algo fuera de lo habitual (pincho de tortilla, unos churros, algo de bollería pero de la buena...)
A elegir, y guíate un poco por tus apetencias aunque siempre de manera organizada. Una pieza de fruta (sandía fresquita estaría muy bien), unos frutos secos, un mini bocadillo de una proteína (métele rúcula por ejemplo), un yogur, un vaso de leche entera...y sobre todo hidrátate con agua o con alguna bebida que no sea azucarada
Vas a optar todos los días por una ensalada en la comida o en la cena, pero una ensalada de verdad (espinacas, quinoa, atún, queso y cacahuetes...tomate, cebolla, sardinas y aceitunas negras con un toque de pimentón...rúcula, canónigos, garbanzos, tiras de pollo y nueces...nabo, pepino, queso feta y arroz integral)
Para el resto, opta por una proteína animal o vegetal y algo de verdura
Y con esto y un bizcocho (el bizcocho mejor no), en menos de 2 semanas estás como nuevo.