Mientras el sol empieza a calentar y poco a poco la dehesa va tiñéndose de ese verde entre trébol y esmeralda, comienzan a llegar todos aquellos ingredientes que nos regala la primavera. Ahora que ya no hay bellota en el campo y que los cerdos se alimentan de esa hierba cargada de proteínas mientras recorren los pastos con sus “malandares” es cuando en el huerto también comienzan a brotar los espárragos, los guisantes, las habas o las fresas entre otros muchos.
Es precioso el color de esta estación que lleva consigo aparejado el nombre de “renacimiento” y digno de ver cómo las cerezas cuelgan ya de sus árboles al igual que los albaricoques pero también cómo empiezan a aparecer los primeros boquerones, el buen atún y esos tersos y deliciosos lenguados.
Podría empezar a nombrar una retahíla de productos de temporada que son los que hay que comer ahora pues es cuando su sabor es pleno y sabemos que han sido cultivados y criados como debe ser, de manera natural y sin aditivos ni conservantes, algo que me encanta recalcar de todos los ibéricos de Joselito pues es la filosofía en la que creen.
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Las judías verdes, ejemplo de una verdura que sin mucho trabajo y junto al Jamón Joselito puede hacer un plato maravilloso.[/caption]
Puestos a elegir, he de confesar que resulta difícil elegir algún plato para crear un menú de primavera. Pero os confieso que el ibérico es un sencillo engalanador no sólo de los vegetales que ahora tocan sino también de algunas frutas, aves e incluso pescados.
Para hablar de alimentos de primavera hoy he elegido al rey de la casa: el jamón Gran Reserva que como véis en la foto se puede adquirir en unos paquetes listos para abrir y consumir.. Ya tocará el turno del chorizo, el salchichón, la coppa… y todas las chacinas de Joselito que sé que muchos disfrutáis en casa.
Así en esta propuesta tan primaveral os sugiero empezar con una liviana y aromática ensalada de fresas, la lechuga trocadero, unos dados de queso fresco, unas lascas de jamón ibérico y una vinagreta a base de nueces y un poquito de mostaza. La combinación del dulzor un poco ácido de esas frutas rojas es un maridaje ideal con nuestro protagonista. Pero la cosa no se queda ahí: el aceite de oliva es además un gran aliado del ibérico y los frutos secos también redondean en la boca una sensación ideal y sana para acompañarlo.
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Guisantes estofados con Jamón Ibérico Joselito y huevo[/caption]
De primer plato he optado por los guisantes que veis en la foto, cocinados como se ha hecho siempre en casa de mi abuela y es por ello por lo que guardo especial cariño a una receta en la que se abrían las vainas para obtener sus deliciosas esferas interiores – los naturales son los que explotan después en la boca y hacen que con la untuosidad del jamón ibérico el bocado sea perfecto - y simplemente guisarlas en un sofrito de cebolla, una ligera pincelada de pimentón dulce y únicamente dos dedos de vino blanco. En mi versión, el ibérico corona el guiso por encima para que éste se atempere con su propio calor (es una gran idea para cualquier plato) y el huevo cocido únicamente 5 minutos para que mantenga la yema un poco cremosa. El guisante ya sabéis que es uno de los matrimonios más convencionales cuando se habla de jamón y es por el contraste de su dulzor con la salinidad controlada de Joselito. A partir de aquí… ¿qué tal esto mismo con judías verdes o con los boyantes calabacines que poco a poco van surgiendo de la tierra? Por supuesto, no nos olvidemos de las habas o las alcachofas que con jamón ibérico son una maravilla pues se compenetran entre ambos sacando lo mejor del uno y de los otros y convirtiéndose en un plato saludable a la par que delicioso.
Más ideas para un menú de temporada con productos de primavera serán unos bocartes, rebozados pasándolos por huevo y harina, pero con una lámina de jamón ibérico entre las carnes de dos ejemplares, a modo de emparedado. Es impresionante cómo la grasa llena de omega 3 de estos pejes combina con la sutileza y redondez de Joselito.
La caballa es otra maravillosa opción para ser utilizada de la misma manera incluso presentándola templada y únicamente curada en un poco de azúcar y sal, sin necesidad de añadir nada más que un poco de jamón picadito por encima. Como más sugerencias siempre en tono divertido y saludable se me ocurre alabardar la pechuga de unas codornices para ser asadas y luego aderezarlas con un fresco aliño de mango, ¿sabéis que la fruta tropical es también una compañera de andanzas ideal de nuestro ingrediente estrella de hoy? Aquí abrimos un abanico de posibilidades para la imaginación pero como consejo les digo que aprovechen la temporada y apuesten por lo 100% natural.
