La primavera ya llegó. Si tú no te has dado cuenta todavía, los alérgicos sí, que los pobres bajo la mascarilla se deben de ahogar vivos. Bueno, también es verdad que la mascarilla tenía que traer algo bueno, y a parte de abrigarnos en invierno, nos protege de ciertas alergias en primavera, y os lo dice un servidor, que cada vez que va en moto y pasa por El Retiro, se come todos esos pólenes (o sustancias blancas en suspensión) y se pone a estornudar como un condenado.
No soy alérgico a nada, o por lo menos que yo sepa, pero es verdad que pasar por esas zonas en moto, donde te tragas hasta los mosquitos, no es muy agradable que digamos.
Pero empecemos por la base, ¿qué es la alergia en sí? Si nos ponemos en plan científicos de la vida, es una respuesta inflamatorio del sistema inmunitario desencadenada entre otras sustancias, por la histamina, que es la responsable de los principales síntomas como picor de ojos, rinorrea (para mi esta es la peor, es como vivir en un eterno estornudo) entre otras.
En el momento que un alérgeno supera las primeras barreras defensivas del organismo, la piel y las mucosas, alergia que te crió. Para ello, hay que reforzar este sistema.
Y entre otras cosas, debemos cuidar muy mucho el sistema no solo inmunitario, sino digestivo (los nutricionistas no nos dedicamos sólo a adelgazar a la gente, aprovecho la cuña publicitaria), en él reside el 70% del sistema inmunitario. Es importante ayudar al hígado en los meses previos a la aparición de las alergias, así que si me apuras ya vamos tarde…¡toca ponerse las pilas!
Tampoco sigamos el titular al pie de la letra que veo que me echáis la bronca porque os habéis puesto finos a comer manzanas y seguís estornudando, ¡ojalá tuviese la solución! Estos alimentos que paso a explicar a continuación, nos ayudan a potenciar el sistema inmunitario e impedir o minimizar su efecto.
Es una fruta rica en quercetina, que es un flavonoide que tonifica el sistema y ayuda a minimizar la reacción alérgica. Da igual como la tomes, pero intenta incluir esta fruta tan beneficiosa en tu alimentación diaria. Fácil de transportar pero que no vuelva a casa de nuevo
Esta verdura aporta aminoácidos azufrados muy necesarios para la función hepática (ya os he dicho que tenemos que mimar al hígado). También es rica en quercetina como la manzana, así que cebolla cruda o cocinada en los platos que vayas a tomar, por ejemplo un buen solomillo Joselito con su cebollita pochada
Por todos es sabido que el té verde tiene propiedades antiinflamatorias y una gran cantidad de antioxidantes que fortalecen y previenen de enfermedades a nuestro sistema inmunitario (por eso es bueno para todo el té verde). Reduce la producción de histamina y alivia los síntomas de la alergia. Ya sabes, un par de tés al día, mano de santo.
La cúrcuma es antioxidante y antiinflamatoria. Mientras que el jengibre desinflama, mejora la digestión y tonifica las defensas. Yo no soy muy fan de ambos, pero incluir un par de rodajas en las infusiones que nos tomemos, nos puede ayudar en nuestro sistema inmune
Quién no ha escuchado alguna vez a su madre decir eso de “bébete el zumo rápido que se le van las vitaminas”. Más allá de ese cariñoso mito familiar que se ha extendido décadas, un consumo de 500mg al día nos asegura un refuerzo del sistema inmunitario.
Naranjas, mandarinas de postre…pero si quieres a tope de vitamina C, brócoli en tu comida, que acompañado de una buena pluma ibérica de Joselito puede ser un plato redondo.
Los betacarotenos, eso que hemos escuchado más de uno que es muy bueno para ponerse moreno…pues bien, junto con la vitamina A, tienen una función protectora del sistema inmunitario más eficaz si se acompaña de grasas saludables.
Hay muchos que son fanáticos de las zanahorias crudas en la merienda, yo la recomiendo a lo largo de la semana en una ensalada, en un puré de verduras o como acompañamiento con una proteína
Si estuviese tu abuela al lado, te diría que el ajo es bueno para todo. Sí sí, fortalece el sistema inmunitario, un poco más y te hace inmortal. Cuando se toma crudo y machacado, aporta sustancias que inhiben la acción de ciertas enzimas inflamatorias que pueden provocar reacciones alérgicas.
En España somos muy forofos del ajo, así que inclúyelo en cualquier plato (quizás mejor cocinado por lo de no quedarte sin amigos)
Todos los vegetales de la familia de las coles son ricos en glutamina, un aminoácido que ayuda a cicatrizar la pared intestinal cuando hay hiperpermeabilidad y favorece así las funciones del sistema digestivo. Contiene Vitamina C necesaria como hemos dicho antes para la función hepática y para tonificar el sistema digestivo
Mis pacientes saben lo pesado que soy yo con esta verdura y lo que les dejo de lado la lechuga. Si escogemos sus hojas más verdes, ricas en clorofila, mejoraremos los efectos aún más, ya que la clorofila ayuda a depurar la sangre. Ensalada de escarola y secreto Joselito, ¡de nada!
Lo conocemos más bien por lo que nos ayuda a ir al baño…pero nos ayuda a prevenir y mejorar las alergias por ser fuente de omega 3, un potente antiinflamatorio.
Todo esto que nos sirva para evitar el picor en los ojos y el estornudo…todo lo que podamos hacer para nuestro sistema inmunitario, bienvenido es. Una vez analizados qué alimentos son buenos para la alergia, como bonus extra, vamos a incluir el regaliz en nuestra dieta, ya me contaréis dónde lo metéis.
