• Ir al contenido principal
  • Skip to secondary menu
  • Ir a la barra lateral primaria
  • Ir al pie de página
  • PRODUCTOS
    • JAMON JOSELITO
    • EMBUTIDOS
    • LONCHEADO
    • REGALOS
  • HERENCIA
  • SALUD
  • JOSELITO’S
    • JOSELITO’S HOME

El blog de Joselito - Declarado el Mejor Jamón del Mundo

En el blog de Joselito encontrarás todo sobre la cultura del jamón. Manual de corte, gastronomía, la montanera y más curiosidades

  • Jamón ibérico
    • Mundo ibérico
  • Cocina creativa
  • Salud
  • Actualidad
  • Ciencia & innovación
Usted está aquí:Inicio / Salud / Una carne tan sana que se puede comer cruda…

Una carne tan sana que se puede comer cruda…

febrero 19, 2021 By Javier Caballero Dejar un comentario

Una carne tan sana que se puede comer cruda…

Vamos con una de desmitificaciones: la carne fresca Joselito no necesita un paso largo por el fuego, parrilla, ascua o sartén que se precie. 

¿Por qué se cocina demasiado  la carne de cerdo?


Se trata un pecado muy extendido, cosido a esa vieja creencia, casi atávica y a menudo devenida de ámbitos rurales, de que tan altísimas temperaturas –y alargarlas en el tiempo cuanto más mejor, mucho más allá de lo razonable– engendrará un infierno en el que sucumbirán todo tipo patógenos e invisibles enemigos de la salubridad. 

Otra leyenda en falso más, puesto que cualquier vianda con el marchamo Joselito es totalmente natural, sin aditivos, colorantes, estabilizantes ni conservantes o cualquier tipo de química o restos de metales pesados. Ni que decir tiene que nuestros happy pigs están libre de triquinosis y cualquier otra dolencia, y que pasan y se someten a un control veterinario exhaustivo.

En la mencionada enfermedad radica el origen de la prohibición de consumirlo para los creyentes de la fe musulmana. Así que lo que nació como una medida de salud e higiene ha ido derivando en un precepto, moral, religioso y cultural en algunas sociedades. 

En España, históricamente se ha cocinado demasiado la carne de cerdo. Y con un agravante. El aceite era reutilizado una y otra vez, con la consiguiente merma de frescura, oxidación de los alimentos, enranciamiento y puesta en libertad de grasas trans y radicales libres. ¡Peligro! Muchos aún recordamos las paredes de casas de pueblo con sus muros ennegrecidos por esta cuestión. 

Cómo preparar y consumir la carne fresca Joselito

De tal modo que la carne Joselito se puede tomar cruda, como si hincáramos el diente y el paladar a cualquier delicadeza raw originaria del Japón. No hay más que probar un steak tartar de lomo o de presa ibérica Joselito… Eso sí, si al producto le aguarda su encuentro con las ígneas y flameantes llamas que la dejarán al punto o muy poco hecha, primero atemperelas con la suficiente antelación. Eso resultaría clave en la ulterior suculencia y en la conservación de sus jugos interiores.

Lo recomendable es sacar la pieza por lo menos dos horas antes de que viaje a nuestro paladar. Además, podemos aprovechar estos preámbulos, glorioso prólogo, para rebanar alguna grasa no deseada y embadurnarse ligeramente en aceite de oliva para evitar la resecación. 

No está de más acomodar tan excelsa materia prima en un lugar o fuente de calor moderada para que se vaya templando su interior. Entonces, robando el fuego a los dioses como Prometeo, activamos la brasa a nivel demoniaco. 

Cuando se alcance el punto álgido de combustión, con el calor a tope, depositamos la carne para que se genere una capa exterior crujiente, crocante, dorada, que es lámina fina y de precisa textura que oculta y envuelve un interior tan jugoso como calentado (porque muchos temen precisamente lo contrario, que el núcleo se quede gélido y arruine el conjunto). 

¿Cuál es el punto perfecto de la carne fresca?

Como colofón, aviso a navegantes: la carne de Joselito se expresa mucho mejor, y otorga toda su verdad, su profundidad y su punto culminante en cocina cuando se elabora en un escalón justo inferior a “en su punto”. 

Pero siempre que la carne esté lo suficientemente atemperada. Al ser una calidad tan superior, tan mayúscula, la grasa infiltrada se funde, se integra, se sublima. Ya saben, atemperado y fuego fuerte. Y una carne saludable que no necesita más que pasar de puntillas por ese calor necesario para desplegar toda su magnitud. 

Javier Caballero

Ha trabajado en las secciones de Madrid, Infografía Crónica y Magazine del diario El Mundo. Especializado en gastronomía, puedes leer sus reportajes en Fuera de Serie y Sobremesa.

Share:

  • Tweet

Archivado en:Salud

Únete a Joselito

Suscríbete y recibe todas los domingos las últimas noticias relacionadas con Joselito, Salud, Ciencia y Gastronomía.

No compartimos tus datos. No spam.

Interacciones con los lectores

Deja un comentario Cancelar la respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *

Barra lateral primaria

Suscríbete y recibe todas los domingos las últimas noticias relacionadas con Joselito, Salud, Ciencia y Gastronomía.

No compartimos tus datos. No spam.

Joselito's Home

Artículos Populares

  • Cómo descongelar alimentos de forma segura
  • Por qué los musulmanes y los judíos no comen cerdo
  • DICHOS Y REFRANES DE LO MÁS CERDOS
  • ¿Se puede congelar el jamón? Todas las claves para conservar un jamón empezado

Recursos

  • Preguntas Frecuentes
  • Atención al Cliente
  • Comprar Joselito
  • Como Cortar Jamón

Footer

  • Facebook
  • Instagram
  • Twitter
  • YouTube

JOSELITO

+34 923 580 375

info@joselito.com

SANTA RITA, 8

37770  – GUIJUELO – SPAIN

SOBRE JOSELITO

  • Herencia
  • Añadas
  • Salud
  • Happy Pig
  • Sostenibilidad
  • Curación
  • Colecciones
  • Exclusividad

Joselito © 1868 - 2020