Parece ser que el chorizo ha vuelto. Este embutido tan sabroso, potente y tan de nuestra tierra se consume más a diario, se ha vuelto más de la calle, más mainstream. Esto quiere decir que no hace falta irse a un pueblo perdido de Zamora para consumir chorizo, sino que cada vez es más habitual verlo tanto entre las tapas del bar de la esquina, como en la carta de restaurantes con estrella Michelín o acompañando a muchos platos caseros
Quizás nunca llegó a irse el chorizo, pero es verdad que hubo una época en la que el mercado de las chacinas lo copaba el jamón, nuestro maravilloso jamón, y embutidos como el chorizo o el salchichón quedaban más relegados a esos momentos en familia cuando vas a un pueblo, a esos bocadillos de pequeño que te hacía tu abuela… Nada más lejos de la realidad: cada vez es más habitual ver al chorizo en nuestro día a día, y ¡menos mal!, como siempre he dicho, en la variedad está el gusto. Más aún si tenemos en cuenta todas las propiedades nutricionales del chorizo.
Puede que el chorizo contenga algún ingrediente más que el jamón, que al fin y al cabo es la pata de un animal y listo, pero sigue siendo 100% natural y cuenta con pocos ingredientes. Basta con magro de cerdo, sal marina, pimentón y azúcar, así de simple.
El magro de cerdo ha de ser siempre de los cortes más nobles de su carne, mientras que el pimentón es lo que le da ese color rojizo. Por su parte, también incluye una pequeñísima cantidad de azúcar (1,2 gramos, al igual que la caña de lomo), pero si nos ceñimos a los nutrientes contiene mayormente proteínas y grasas, con las proporciones que podéis ver a continuación:
Todo el valor nutricional se hace por cada 100g de producto, por lo que ¿qué valor energético tiene el chorizo de Joselito? Aporta un total de 415kcal por cada 100g. Más que el valor nutricional, vamos a denominarlo el valor calórico en sí.
Comparándolo con la Caña de Lomo de Joselito vemos que tienen unos valores nutricionales muy similares, con algo más de grasas (sobre todo grasas de las buenas, insaturadas) y un poco menos de proteína. Algo más calórico pero la mar de jugoso e intenso.
El Chorizo Joselito es una mezcla de carnes picadas, procedentes de las piezas nobles exclusivamente de cerdo, aderezado con sal marina como hemos comentado anteriormente, pimentón y azúcar. Todo ello es amasado y embutido en tripa que ha tenido una proceso de maduración (o desecación) y que se caracteriza por esa coloración roja, por su sabor y olor inconfundibles.
Al corte, el Chorizo Joselito se caracteriza por un picado grueso y coloración bastante brillante, propia de la infiltración de la grasa en los músculos del cerdo. Es fundamental realizar un corte correcto, ya que la experiencia en boca es completamente distinta: no es lo mismo comer una raja de chorizo con su grosor adecuado que cortar el chorizo con un grosor de un solomillo de ternera. Nada tiene que ver, de ahí que el corte o loncheado del embutido sea tan importante a la hora de su consumo, siempre he dicho que no sabe (incluso no huele) igual.
Es verdad que el chorizo es un alimento bastante fuerte, y a pesar de presentarse casi siempre en formato bocadillo, es mucho más versátil que todo eso. Se puede incluir en platos del día a día pero no consumir varias veces, vamos a ser responsables que sino le perdemos el valor y el gusto.
Comida o cena: aquí se me ocurren unas buenas lentejas con chorizo, y después una buena naranja de postre para la absorción de la vitamina C. Cualquier legumbre casa muy bien con el chorizo. Otro plato para una cena podría ser unos boletus salteados con ajo y acompañarlo con un poco de chorizo.
Y si no te convence ninguna de las ideas anteriores, ya sabes, invita a tus amigos a casa y sácales un buen plato de chorizo y a disfrutar. Eso sí, acompañado con algo de pan, que siempre sabe mejor.