Hoy celebramos el Día Mundial de la Salud más icónico de nuestra historia. Inmersos en la mayor crisis sanitaria que hemos vivido jamás y que nos está haciendo replantearnos muchas ideas fundamentales relativas a nuestra salud. En Joselito nos parece que es el momento perfecto para reflexionar profundamente sobre la importancia de la alimentación en nuestra salud, y cómo debemos regresar a una alimentación más saludable, más natural e incluso más responsable con el medio ambiente.
España siempre ha podido presumir de varios aspectos en cuanto a la calidad de vida de la que gozamos: además del clima, la gastronomía, y la belleza de nuestro país, en 2017 fuimos el segundo país con la mayor esperanza de vida de la OCDE, solo superado por los japoneses. En Japón se tiene muy en cuenta la máxima de “somos lo que comemos”, algo que en Joselito también tiene mucha vigencia, por lo que todos los productos son 100% naturales. Por eso hoy queremos centrarnos en los beneficios del jamón para la salud.
La dieta mediterránea se ha relacionado con un riesgo bajo de cardiopatía coronaria. Como paradigma de lo saludable, los estudios apuntan a los beneficios de la dieta mediterránea al poner de manifiesto que los países del norte de Europa presentan mayor incidencia de infartos y problemas cardiovasculares que los del mediterráneo. De igual forma, en España los problemas cardiovasculares como el infarto de miocardio, consecuencia de procesos arterioscleróticos, son la primera causa de mortalidad. Ante una población cada vez más envejecida, los riesgos de sufrir problemas coronarios aumentan. La epidemiología, que estudia la incidencia de las enfermedades en la población, insiste en la importancia de la concienciación sobre la alimentación en relación con el desarrollo de problemas cardiovasculares.
La dieta mediterránea consiste en abundancia de fruta fresca, hortalizas, cereales, legumbres, carne, consumo habitual de pescado, cantidades moderadas de vino y empleo de aceite de oliva para cocinar. Uno de los componentes proteicos de la dieta mediterránea es el jamón. Sin embargo, cuando hablamos de jamón y colesterol, hay que diferenciar qué tipo de jamón.
La carne de cerdo está compuesta mayoritariamente de músculo que contiene agua, sales, minerales, vitaminas, proteínas, hidratos de carbono, además de lípidos o grasas, tejido conjuntivo y tendones. La composición de la carne de cerdo va a depender de manera significativa de factores como: raza, hábitat, alimentación y elaboración del producto. El cerdo ibérico en régimen de montanera, debido al tipo de alimentación, su metabolismo y crianza, tiene en la composición de su grasa un contenido en ácido oleico marcadamente superior al de otros cerdos.
El consumo moderado de jamón ibérico no es responsable de un aporte excesivo de colesterol. Uno de los beneficios del jamón Joselito es que más de la mitad de las grasas, proveniente de animales en libertad y que se alimentan de bellota, son grasas insaturadas (sobre todo ácido oleico), lo que se traduce en una mejora de los niveles de colesterol, con aumento del colesterol “bueno” HDL y disminución del colesterol “malo” LDL.
Además de la riqueza de ácido oleico en la carne de cerdo ibérico, también destacan los ácidos poliinsaturados, considerados igualmente como grasas saludables, y la baja cantidad de ácidos grasos trans (0,05%) a los que se atribuye un papel importante en el riesgo cardiovascular (de la misma forma que a la grasa saturada).
La acumulación de colesterol y los riesgos de cardiopatía coronaria fueron objeto de investigación en el estudio “Effect of ham protein substitution on oxidative stress in older adults” publicado en el año 2003 y elaborado por Dª Paula Mayoral Badiano, en colaboración con la Universidad de Salamanca y la clínica Mayo de EEUU. Este estudio realizado con jamón ibérico de bellota de Joselito señala los atributos beneficiosos del jamón para la regulación del colesterol.
El objetivo del estudio era evaluar durante 6 semanas el efecto de la sustitución de 120 gr. de carne por la misma cantidad de jamón Joselito en un grupo de personas de edad avanzada, y cómo este cambio en la dieta habitual afectaría a la presión arterial, los niveles de lípidos plasmáticos y el equilibrio entre oxidantes y antioxidantes.
El resultado de la evaluación refleja, después de las seis semanas, la mejora en el estrés oxidativo y la reducción de la presión arterial media y de los triglicéridos. Y explica que los mecanismos por los cuales el consumo de jamón ibérico de bellota mejora el estrés oxidativo, se basan en la presencia de sustancias antioxidantes específicas como la quercetina y en el alto contenido en ácido oleico, que ayuda a la prevención de la modificación oxidativa de HDL.
Los expertos destacan el papel de la quercetina, un flavonoide derivado de la bellota y presente en el jamón Joselito que ayuda a mantener el aparato circulatorio en buen estado de salud y reduce el riesgo cardiovascular gracias a su elevada actividad antioxidante.
Joselito fue pionero a la hora de promover investigaciones sobre las cualidades del jamón ibérico de bellota. Posteriormente se han publicado otros estudios con resultados similares que evalúan la relación entre jamón y colesterol, como el realizado en la Unidad de Endotelio y Medicina Cardiometabólica del Hospital Universitario Ramón y Cajal de Madrid que se llevó a cabo en 2015, con el objetivo de examinar la capa de revestimiento interno de nuestras arterias, el endotelio. El estudio se realizó con 50 personas de entre 25 y 55 años durante 6 semanas en las que ingirieron 50 gr. de jamón al día. La investigación muestra una mejora de la función endotelial y señala que permaneció hasta seis semanas después de haber finalizado el periodo de consumo del jamón por un “efecto memoria”. Los investigadores también señalaron la reducción de la presión arterial y la ausencia de incremento de peso y de triglicéridos.
Probados los beneficios del jamón ibérico de bellota, hay que destacarlo como un cardioprotector natural a tener en cuenta en nuestra dieta. Joselito lleva años investigando con universidades nacionales e internacionales los beneficios asociados al consumo del jamón, un producto 100% natural, sin aditivos ni conservantes químicos. Al mismo tiempo, gracias al equipo de investigación de Joselito y su laboratorio pionero en el sector, situado en Jerez de los Caballeros, se realiza una intensa labor para seguir conociendo más en profundidad los secretos de un producto único.
Tras el análisis del jamón ibérico de bellota, uno de los exquisitos componentes cárnicos de la elogiada dieta mediterránea, cabe destacar que el jamón trasciende las fronteras de los países valedores de esta dieta. A las razones objetivas que la investigación en el campo de la salud aporta, se suma el torrente de sabor en la entrada en boca que provoca el jamón, una sensación deliciosa y cada vez más internacionalizada.
El pasado mes de septiembre Joselito presentó los últimos avances de un importante estudio en el que participa junto a científicos de la Universidad de Oviedo. Se trata de un estudio que valora los efectos positivos del Jamón Joselito sobre enfermedades intestinales, más concretamente sobre la Colitis Ulcerosa.
La presentación estuvo liderada por el doctor Felipe Lombó, doctor en Biología por la Universidad de Oviedo, quien ha liderado este estudio junto a la doctora Beatriz Isabel Redondo, profesora titular en la Facultad de Veterinaria de la Universidad Complutense. “La colitis ulcerosa es una enfermedad de tipo inflamatorio, digestiva, que afecta a más de 2,5 millones de personas en la UE. En este estudio se ha tratado de demostrar si el Jamón Joselito, jamón de bellota 100% natural, con alto contenido en ácido oleico, que es un ácido graso monoinsaturado con características antiinflamatorias, totalmente libre de aditivos y conservantes, era capaz de disminuir los síntomas de la enfermedad en un modelo animal”, explicó Lombó. “La proporción de Omega 6 y Omega 3 es óptima porque este jamón de bellota tiene poco Omega 6, que es pro-inflamatorio y mucho Omega 3 que es antiinflamatorio”.
Tras el estudio, el jamón Joselito mostró un evidente efecto protector en estos animales de experimentació́n frente a diversos pará́metros asociados a la colitis ulcerosa, tanto a nivel corporal (con una menor pé́rdida de peso), como histológico (menores dañ̃os en los tejidos y en la mucosa del colon), como bioquímico (mayor nivel protector antioxidante en sangre) e inmunoló́gico (menores niveles de citoquinas pro-inflamatorias en sangre circulante). Además, la dieta de jamón de bellota indujo cambios importante en la composición de la microbiota intestinal, con acentuados enriquecimientos en varios géneros bacterianos con actividad antiinflamatoria beneficiosa. Ahora se está llevando a cabo el estudio en seres humanos, que permitirá saber más acerca de las posibilidades del Jamón Joselito en este área de investigación.
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