¿Te gustaría aprender a cocinar recetas japonesas? Hoy te traemos los ingredientes para hacer salsa tonkatsu con solomillo de cerdo Joselito.
Si takoyaki, yakitori o teppanyaki son platos que no se incluye en el diccionario gastronómico particular y la elaboración de sushi o ramen provocan escalofríos sólo de pensarlo, esta aproximación a la cocina japonesa asequible, fácil y con muchas semejanzas a la cocina tradicional española pueden ser la clave para adentrarse en el maravilloso y fascinante mundo de la gastronomía nipona.
Aunque lo más fácil sea pensar que el tonkatsu no es más que un filete empanado con toques asiáticos, la filosofía de esta isla oriental va mucho más allá y en esas tierras se toman tan en serio cualquier receta que muchas de ellas conllevan un estudio exhaustivo de la misma y muchísimos años de preparación para considerarse un verdadero maestro en la materia.
Eso sí, cualquier chef que se precie estará de acuerdo en que el éxito de un plato, el factor crucial del que depende la elaboración, es el producto inicial por lo que no podríamos sino ganar enteros utilizando una de las piezas más nobles de los HappyPigs, su Solomillo Joselito, ahora que estamos en plena época de montanera.
No mentíamos al comparar el tonkatsu de solomillo Joselito con el tradicional filete empanado español y es que en su esencia más primigenia la receta llegó hasta Japón a través de los portugueses, que fueron también los que dieron paso al mágico mundo de la tempura.
El proceso de elaboración es muy similar al que empleamos en la península para empanar: carne cortada en filetes (su corte básico es la chuleta sin hueso aunque en muchos sitios utilizan solomillo), pasada por harina, huevo y pan (panko en este caso, su versión más tosca y gruesa) rallado, eso sí presentado con un acompañamiento ligero como es la col rallada en lugar de nuestras omnipresentes patatas fritas.
Pero atención: incidiendo en su similitud con el filete empanado no se pretende subestimar el resultado ni rebajar el cuidado al detalle que debe emplearse al cocinar el solomillo, sino más bien infundir en el aprendiz de cocinero la confianza de enfrentarse a una receta, si no ya practicada, al menos sí conocida.
De hecho, la simpleza de su elaboración obliga, como se ha mencionado antes, a seleccionar la pieza de carne con criterio y a tratar el producto respetando al máximo sus propiedades para conseguir así un resultado jugoso y sabroso. La montanera - temporada en la que el cerdo se alimenta casi exclusivamente de bellota, en la que se obtiene la mejor carne fresca, y más si se alimentan y cuidan de forma excepcional como los de Joselito - es el momento ideal para cocinar con carne fresca Joselito y el Solomillo es siempre una pieza versátil y generosa para cualquier preparación.
En este caso se recomienda limpiar someramente la pieza sobretodo del tendón y también ejecutar una serie de cortes superficiales para que la carne no encoja al exponerla al aceite. Por otra parte, tanto la capa de harina como la de huevo deben envolver por completo la pieza de carne, siempre evitando la formación de grumos o el exceso de producto.
En cuanto al acompañamiento, la receta opta por unas tiras de repollo, ya que combinan perfectamente con la salsa tonkatsu que le da coherencia a todo el plato, y son además la guarnición habitual de esta preparación en la cocina nipona que suele servir este corte de cerdo empanado junto a un bol de arroz blanco y una sopa miso.
1 Solomillo Joselito
100 gramos de harina
150 gramos de panko
1 huevo campero
1 repollo
1 cucharada de mostaza de rábano picante
Aceite de oliva
Sal y pimienta negra