Porque no sólo de gazpachos y ensaladas vive el tomate, ahora que bajan las temperaturas y los días son más cortos, las sopas calientes de esta fruta-verdura junto con el mejor producto del mundo (el jamón Joselito); nos reconfortan el alma, el espíritu y, en definitiva, nos hacen felices.
Miren si será famosa la sopa de tomate que Campbell decidió meterla en un bote, se vendía como churros y, posteriormente, Andy Warhol lo convirtió en su obra más representativa. Aunque en España tendemos a conocerla en formato gazpacho o salmorejo, hay un mundo de sopas de tomates calientes a lo ancho y largo de la costa mediterránea.
Lo bueno que tiene el tomate es que, a pesar de ser un producto más de la temporada de verano que de otoño e invierno, se trata de la fruta que más se cultiva en invernaderos de máxima calidad y que más se comercia con muchos países de tiempos cálidos.
En España, por ejemplo, Andalucía es todo un referente europeo de la producción tomatera durante todo el año. Y es que el tomate, junto con el aceite, las verduras o el cerdo, es quizás el mejor ejemplo de salud y de la dieta mediterránea.
De manera general, fuera de verano los tomates los utilizamos para ensaladas, tostadas y poca cosa más. Pero, hay un mundo lleno de salsas, sofritos y sopas dispuesto a ser descubierto y consumido.
Sobre todo en esta época es lo que apetece. Acurrucarse en el sofá con una manta, tu película favorita y un buen cuenco de sopa de tomate con albahaca y el toque final del jamón Joselito. Definitivamente, disfrutar y comer sano no está reñido, ni tampoco el elaborar recetas sencillas, en poco tiempo y con ingredientes cercanos.
La dieta tiene un efecto directo sobre la salud, por eso el comer bien se ha convertido en un valor que define cada vez más a nuestra sociedad. Frente al mero disfrute de los alimentos se priorizan estos que presentan cualidades saludables.
No se deja de lado el sabor, pero sí se aprecia aquello que además de exquisito es bueno para la salud. Se busca la combinación entre lo natural y lo saludable.
Por eso esta sopa de tomate es tan rica y beneficiosa para la salud; porque, por un lado, conjuga las inmensas propiedades del tomate (reducción del colesterol, diurético, vitaminas) con las del mejor jamón del mundo Joselito. Del cual se sabe que consumir un poco cada día (en una tostada, en una sopa, sobre una croqueta…) reduce los triglicéridos en plasma y la presión arterial media, además de una reducción de la peroxidación de lípidos y un aumento de sustancias antioxidantes.
Los efectos se atribuyen al aumento en el consumo de ácido oleico, el principal ácido graso en el jamón del Happy Pig Joselito. Los frutos de la encina y el alcornoque tienen un contenido en ácido oleico de aproximadamente el 60 %, bastante similar al de las aceitunas y el aceite de oliva, de ahí la expresión “el cerdo es como un olivo con patas”.
Así pues, una receta de sopa de tomate, calentita; con ese sabor a albahaca tan mediterráneo y toda la potencia del mejor jamón del mundo, revitaliza el alma y, ahora que han bajado las temperaturas, nos previene de posibles gripes y resfriados. Es más, nos hará muy felices y cada cucharada será un poquito de placer Joselito.