Aprende a preparar embutidos-salazones caseros con carne fresca Joselito, ahora disponible todo el año, y disfruta de la máxima calidad, sin conservantes ni colorantes, de una carne excelsa y muy saludable.
Desde hace bastante tiempo, la carne fresca del cerdo se reservaba para embutidos, salazones o preparaciones que requerían bastante cocción por aquella tendencia natural, y aconsejada, de cocinar bastante tiempo la carne porcina. Todo ello, progresivamente, va cambiando en pos de apreciar la carne del cerdo igual, o a mi parecer casi más, que la de la vaca.
Eso sí, esto sólo es posible con un exhausto control del animal durante toda su vida; una alimentación a base de productos naturales (bellota y hierba); observaciones médicas y cualquier método necesario para garantizar siempre la máxima calidad. Esto es exactamente lo que hace Joselito con sus Happy Pig, criados en total libertad en la Dehesa, confiriéndole la exclusividad del sector para incluir en sus etiquetas la frase: “100% natural”.
Sí, la carne fresca Joselito, ahora disponible durante todo el año, goza de unas exhaustivas inspecciones de calidad para hacer llegar al cliente lo mejor de lo mejor, por lo que siempre se recomienda su consumo poco hecho para apreciar al máximo las cualidades, texturas y sabores de estas piezas únicas.
La receta de hoy es una de esas recetas que bien podríamos definir como de aprovechamiento ya que no deja de ser un mar y montaña con productos que todos tenemos en la nevera.
Una forma de innovar, sorprender a tus invitados y aprovechar, de una vez por todas, aquella lata de sardinillas y ese tomate de la nevera. Como guarnición, unos gnocchis caseros, si bien se pueden encontrar hechos de muy buena calidad (por si se sigue con el mod del verano y la pereza puesto), nos harán salir de las rutinarias patatas fritas.
En este caso, la carne elegida es la pluma. Una delicada y suculenta pieza del lomo con una grasa entreverada y fundente que hará las delicias de aquél que la pruebe.
La forma de prepararla para apreciar de mejor forma su sabor y textura es la curación: basta con poner una proporción 75-25% de sal marina y azúcar, dejarla 24 horas en la nevera y retirar la mezcla con un paño húmedo para disfrutar al máximo de la carne. Conviene retirar un poco de la grasa superficial.
A partir de aquí, amplio es el campo (y la Dehesa). Se puede utilizar en ensaladas, para bocadillos, como picoteo, para elaborar un carpaccio… ¡El único límite es tu imaginación!
En este caso se trata de una receta de aprovechamiento donde se utiliza un tomate picado en concassé y salteado con poco de AOVE, sal y una pizca de azúcar. Además de ello, se acompaña de un caldito de sardinas hecho con la piel del tomate y un poco de cebolla (muy bien colado y filtrado) que le aporta umami y el contraste perfecto con la carne que aligera y potencia el plato. ¿La guarnición? Puede ser cualquiera, pero unos gnocchis caseros con un pelín de parmesano son ideales.