Sigue disfrutando los últimos días de vacaciones con preparaciones sencillas, rápidas y muy sabrosas, utilizando la coppa Joselito. Sorprende a tus invitados en las grandes comidas veraniegas con un embutido muy selecto, de inspiración italiana, que, como ya es costumbre con Joselito, sólo utiliza ingredientes naturales y de la mejor calidad.
La coppa Joselito está dando de qué hablar últimamente ya que se trata de un embutido bastante poco, o nada, conocido en nuestro país. Esto se debe a que, sobre todo en España, por lo general, el lomo se utilizaba únicamente como carne fresca o adobada para filetes. Y la verdad sea dicha, ¡qué filetes!
En ocasiones, la magia radica en la simplicidad si el producto, como es el caso de Joselito, es de la mejor calidad. No obstante, al margen de esta percepción y recuerdo tan arraigado en nuestro paladar, Joselito, en su afán de buscar siempre la perfección y la máxima calidad, se inspiró en los auténticos caseríos italianos donde, desde tiempos inmemoriales, las “mammas” embuten la cabecera del lomo para que se conservase durante más tiempo.
La coppa Joselito, también llamada capicola o capocollo (palabra toscana que proviene del latín caput = cabeza y collum = cuello) es un fiambre de origen calabrés hecho de la cabeza de la paletilla y/o del cuello de cerdo curado entero. Es una carne muy exclusiva y difícil de encontrar en su máxima calidad, muy apreciada por su sabor delicado y textura tierna y jugosa.
Como excelente marca de la casa Joselito, la coppa, sin conservantes ni colorantes, sólo cuenta con ingredientes 100% naturales: cabecera de lomo, sal, pimienta y ajo de las pedroñeras.
Siendo la Cabezada Joselito la pieza de carne principal, se cura y sazona con sal marina, y se condimenta con pimienta y ajo. Luego se embute en tripa natural cuyo sabor característico se debe al proceso de maduración y desecación que asegura su buena estabilidad.
Le sigue el proceso de ahumado ligero, proceso que se realiza en las centenarias campanas de Joselito, dándole un sabor y olor aún más peculiar y característico a la carne.
La Coppa Joselito permanecerá en los secaderos naturales durante seis meses, un período de curación que abarca todo el invierno y la primavera y termina al empezar el verano; es en el mes de junio cuando las primeras piezas están listas. Es por ello que estamos en la mejor época para probar esta suculenta pieza.
Como hemos dicho, producto y simpleza. Una pieza que poco o nada tiene que envidiar al jamón y que, como él, bien se puede degustar solo con una buena copa de vino.
Sin embargo hay combinaciones insuperables que nunca fallan, como por ejemplo; la clásica, excepcional e indiscutible tradición española de meter cualquier cosa entre dos magníficos trozos de pan. Acierto seguro.
Del mismo modo, ideal para estos días de verano en los que el calor aprieta y no tenemos muchas ganas de armar barullo en la cocina, un picoteo sensacional que seguro que sorprenderá a todos los invitados (y no me refiero a la Coppa que ya de por sí hace alucinar a la gente), en las muy seguras comilonas familiares que todavía habrá, es una tosta de coppa con higos.
El dulzor de los higos, en plena temporada, funciona a la perfección con el sabor intenso y prolongado de la Coppa. Por cierto, esta combinación funciona genial también con el jamón. Por favor, hagan caso y tengan miedo de probar estas cosas por muy mal que puedan pensar los puristas. ¡Ellos se lo pierden!
Seguimos en verano y, como ya hemos dicho, en época de reuniones familiares y de amigos. Comer es un planazo en esta temporada y, junto a la barbacoa, el protagonista indiscutible de estos momentos es el arroz. Pero, para alejarnos un poco de lo canónico, ¿y si se hace una fideuá? El procedimiento es el mismo, más fácil incluso, y además utilizamos una materia prima en plena temporada como la judía verde, el pimiento, el tomate y la coppa.
Podemos aprovechar que la carne fresca de Joselito está disponible durante todo el año para hacernos con un buen costillar de Happy Pig, cocerlo, y utilizar el agua de cocción para regar el arroz (con la carne, por ejemplo, podemos deshacerla y hacer unos buenos tacos).
Una buena cantidad de judía verde y pimiento (o piparra); cuando esté sofrito echamos el tomate, dejamos reducir y añadimos el arroz. Echamos el caldo y, después de 8 minutos a fuego fuerte, 8 a fuego lento y 2 de nuevo al máximo, tenemos un arroz con verduras de temporada para chuparse los dedos.
El toque maestro y con el que triunfará como un auténtico tres estrellas, es el de la coppa Joselito, la cual, al contacto con el calor, se tornará traslúcida, fundirá la grasa y redondeará todo el conjunto.
Para no estar mucho tiempo en la cocina, y disfrutar al máximo del producto, otra muy buena forma es soasar ligeramente una buena rodaja de tomate de huerta (durante un par de minutos a 180º) y, con unas escamas de sal, un chorro de AOVE, unos piñones y la coppa, tienes un bocado que es un manjar de Dioses.
Y no sólo con preparaciones más básicas queda bien, sino que también funciona la mar de bien en un mar y tierra: unos boquerones bien rebozados (capita fina de harina y huevo), crujientes y abiertos en libro, con una finísima lámina de Coppa Joselito es una explosión de sabor con todas las palabras. De nuevo: calidad, simplicidad y la mejor materia prima bastan para hacer una receta estelar. Se prepara en un santiamén y no supone demasiado esfuerzo con el calor que seguimos teniendo.
Otra receta que se tarda poco en hacer y que va aparejada al verano, casi como el gazpacho, es el salmorejo. Pero, como es habitual en Joselito, se dará una vuelta de tuerca a la preparación original haciéndolo de aguacate (y tomate por supuesto). Una receta que no tiene mayor dificultad que disponer todos los ingredientes, triturar y conservar en la nevera. De nuevo, una receta perfecta para tenerla a mano en estos calurosos días.
Como ahora mismo estarás salivando, sólo permite que te recuerde que, sea la forma que sea la elegida para degustar la Coppa Joselito, lo ideal es dejarlo sudar a temperatura ambiente un par de horas. Es la mejor manera de apreciar todos los aromas y sabores naturales que se han embutido y generado durante los meses de curación, secado y ahumado.