Creo que nada tiene que ver la semana de los vegetarianos y veganos con el Día Mundial del Veganismo, yo creo que este último va un poco más allá. El 1 de noviembre se celebra el Día Mundial del Veganismo, aparte del día de todos los Santos aquí en España.
Sí señores, que parece que Halloween ha tomado tanto protagonismo que lo nuestro, lo de toda la vida y lo que siempre hemos celebrado, pasa a un segundo plano.
El caso es que el vegetarianismo, tal y como dije el mes pasado, está cogiendo mucha fuerza en nuestro país. En España en torno al 2% de la población se considera vegetariana y eso, aunque parezca muy poco, es una cifra interesante y para tener en cuenta, por lo que hay que tener muy en cuenta a la gente que sigue este tipo de dietas, ya que cada vez irá más en aumento. Las generaciones posteriores a nosotros están muy concienciadas con este tema.
Y ya si nos metemos en veganismo, también las cifras están aumentando. Aquí sí me gustaría hacer un parón y hablar de una transición. Es relativamente fácil llevar una dieta flexitariana, es relativamente fácil ser ovolactovegetariano, incluso vegetariano a secas, pero lo que no es relativamente fácil es ser vegano.
Considero que, y como dije en el último congreso de Veggie2business, aquí sí que necesitamos ponernos en manos de profesionales, ya que una transición es algo muy importante y fundamental para evitar posibles déficits nutricionales en nuestro día a día y que se nos pueda llegar la salud con esta nueva dieta.
Veamos, ¿qué es el veganismo? Si nos centramos en una filosofía más que en el punto de vista nutricional, podríamos decir que consiste en vivir respetando a los animales. No es solo dejar de comer carne, es considerar que los animales tienen intereses que merecen ser respetados y, por lo tanto, actuar en consecuencia. Ahora es cuando llega otra parte importante, el veganismo implica no utilizar ni consumir productos obtenidos con su explotación, es decir, respeto animal al 100%.
El veganismo es la compasión por los animales como base de la filosofía. En la antigüedad, el ser humano cazaba para comer y alimentarse, es decir, para sobrevivir al fin y al cabo. Comía todo lo que encontraba en la naturaleza (que se pudiera comer evidentemente). Esa filosofía continuó (y continúa) hasta nuestros días donde seguimos “matando” animales para alimentarnos,
Es aquí dónde surge la brecha y la gran duda, ¿podemos alimentarnos sin meter en esta ecuación a los animales? Claro que sí, y de eso se está encargando el veganismo. Cada segundo, miles de animales mueren en mataderos, granjas, centros de experimentación, circos, zoos, acuarios...El veganismo es una actitud de respeto a los animales y, sobre todo, de ayuda hacia ellos.
Por ejemplo, cubrir la enorme demanda mundial de carne, huevos, leche, cuero, lana y otros productos de origen animal gasta muchos recursos y genera también desperdicios, dañando de esta manera al medio ambiente en el que vivimos.
El veganismo pretende cambiar nuestros hábitos (no solo alimenticios) y ayudar a muchos animales. Hay que intentar concienciar a las personas que abusan de una alimentación carnívora y una manera de consumo muy extrema, que no solo daña a los animales sino al planeta. Por eso, se suele decir que el veganismo es una forma de vida, ya que implica muchos ámbitos cotidianos y un compromiso por seguir luchando por los derechos de los animales.
Como he comentado anteriormente, no es fácil, necesitamos una transición. Esto quiere decir que no te levantas un día siendo vegano tras una noche de ponerte hasta las cejas a base de comer jamón Joselito, evidentemente.
Es fundamental ponerse en manos de un profesional sanitario en cuanto a temas de nutrición. El resto de los temas corren de tu cuenta, aunque te voy a dar algún consejillo que seguro te puede ayudar:
Cómo esta filosofía restringe muchos productos de origen animal, eso quiere decir que restringe muchos platos y recetas por lo que hay que descubrir nuevas recetas. Por ejemplo, el huevo en cocina es muy importante, es la base para muchos platos y ya no solo platos, sino alimentos (una empanada de verduras al horno está “barnizada” con huevo, por ejemplo)
Ahora más que nunca es necesario leer todas las etiquetas de los productos para saber qué contienen. Hay muchos productos procesados que están endulzados con miel, y eso es un producto que proviene de las abejas, es decir, de origen animal. Lee, investiga, encuentra nuevos ingredientes y crea
Deberíamos sustituir la ropa y los materiales de origen animal por tejidos sintéticos y materiales vegetales. Este punto es complicado al principio, pero a diferencia del nutricional, aquí, aunque lo hagamos “mal”, no afecta a nuestra salud. Es igual que con la alimentación, fundamental leer bien el etiquetado y acostumbrarse a nuevos materiales
Este mundo sí que se me escapa, y si estoy algo familiarizado es por mis primas y mi amiga Celia, quienes me ponen al día. Al igual que en la alimentación y la ropa, el mundo beauty es fundamental que provenga de plantas y no de animales
Cada vez más son los bares y restaurantes que incluyen una carta repleta de alimentos de origen vegetal, no solo por los vegetarianos y veganos, sino como alternativa al mundo carnívoro. La hostelería se está poniendo muy al día en este sentido
Como podéis ver, no solo el mundo vegano está en la alimentación sino como filosofía de vida. Mi consejo es sencillo, date tiempo e infórmate muy mucho sin llegar a ser extremista ni radical. Piensa que igual que no te haces bilingüe de un día para otro, vegano tampoco.